La Mariposa Amiga
En un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores, vivía una oruguita llamada Lila. Ella era muy amigable y siempre sonreía.
Un día, mientras Lila se arrastraba por una hoja fresca, vio a una mariposa hermosa que revoloteaba cerca. Tenía alas grandes y brillantes de colores azules y amarillos. Lila quedó fascinada.
- ¡Hola, mariposa! -le dijo Lila con voz emocionada.
- ¡Hola, oruguita! -respondió la mariposa, acercándose a ella.- ¿Te gusta mi vuelo? Es muy divertido.
- ¡Sí! Me encantaría volar como vos, pero no sé si algún día podré. -dijo Lila con tristeza.
- No te preocupes. Todos tenemos que pasar por etapas antes de ser quienes realmente somos. ¡Incluso yo fui una oruga como vos! -dijo la mariposa con una sonrisa.
- ¿En serio? -preguntó Lila con asombro.
- ¡Sí! -respondió la mariposa.- Pasé mucho tiempo comiendo hojas y luego hice un capullo muy acogedor. Después, cuando estaba lista, me convertí en mariposa. ¡Es un proceso mágico!
- ¿Mágico? -preguntó Lila, abriendo mucho los ojos.-
- ¡Sí! Pero, aunque parece magia, también se necesita mucha paciencia y dedicación.
- ¡Me encantaría hacer eso! -dijo Lila, emocionada.
- Solo tienes que seguir creciendo y un día verás lo que sucederá.
Lila decidió entonces comer muchas hojas verdes y frescas para volverse fuerte. Cada día, la mariposa venía a visitarla y le contaba sobre sus aventuras volando por el cielo.
- ¡Lila! Algún día serás una mariposa bellísima, ¡no lo olvides! -decía la mariposa.
Pasaron los días y Lila se convirtió en una oruga grande. Un día, mientras masticaba una hoja, sintió que era hora de hacer su propio capullo.
- ¡Es hora! -susurró Lila mientras se preparaba.
Con mucho esfuerzo, Lila se encajó en una tela delgada y suave. La mariposa, al ver esto, se acercó.
- Lila, estoy aquí contigo. ¡Sé valiente! -La mariposa le dio ánimo.
- Gracias, amiga. Te extrañaré. -respondió Lila desde adentro del capullo.
Pasaron días y Lila sintió que estaba cambiando. Al principio, le daba miedo salir, pero recordaba lo que su amiga mariposa le había dicho sobre ser valiente.
Finalmente, un día sintió que estaba lista. Con esfuerzo, rompió el capullo y salió al mundo.
- ¡Mirá! -dijo la mariposa, emocionada. - ¡Eres una mariposa! ¡Eres hermosa!
- ¡Soy una mariposa! -gritó Lila, viendo sus alas llenas de colores.
La mariposa y Lila volaron juntas por el jardín, sintiendo el viento en sus alas.
- Gracias por tu amistad y por creer en mí -dijo Lila sonriendo.
- Siempre te apoyaré. ¡Las amistad es lo mejor de todo! -respondió la mariposa.
Desde ese día, Lila y la mariposa volaron juntas todos los días. Un nuevo capítulo había comenzado en su amistad, pero siempre recordaban que una verdadera amiga te ayuda a descubrir tus sueños y a ser quien realmente eres.
FIN.