La mariposa azul
Había una vez, en el año 1957, un pequeño pueblo llamado Oaxaca. En ese lugar vivían dos mejores amigos llamados Roberto y Alba.
Juntos, siempre se divertían explorando los bosques cercanos y escuchando las historias de los ancianos del pueblo. Un día, mientras jugaban cerca de un río, Roberto tuvo un accidente y tristemente perdió la vida. Alba quedó muy triste y desconsolada por la pérdida de su amigo.
Pasaron días y noches sin que pudiera encontrar consuelo. Un noche, cuando Alba estaba sentada junto al fuego recordando a su querido amigo Roberto, escuchó una voz susurrante que venía del bosque. Se levantó rápidamente para averiguar qué era lo que estaba pasando.
Al llegar al bosque, vio a una hermosa mariposa azul volar alrededor de ella. La mariposa se acercaba cada vez más a Alba hasta posarse en su hombro.
La mariposa comenzó a brillar intensamente y luego se transformó en el espíritu de Roberto. "¡Alba! No estés triste por mí", dijo el espíritu de Roberto con una sonrisa cálida. "Aunque ya no estoy aquí físicamente contigo, siempre estaré contigo en tu corazón".
Alba abrazó con fuerza al espíritu de Roberto mientras lágrimas felices recorrían sus mejillas. —"Roberto" , sollozó Alba emocionada.
"¿Cómo es posible que aún pueda verte?"El espíritu de Roberto explicó que había sido enviado desde el cielo para consolar a Alba y ayudarla a superar su dolor. Le dijo que, aunque no pudiera verlo, siempre estaría cerca de ella y la protegería. "Alba, quiero que sepas que nuestra amistad es eterna", dijo el espíritu de Roberto.
"Ahora debes encontrar la fuerza dentro de ti para seguir adelante y vivir una vida llena de alegría". A partir de ese momento, Alba decidió honrar la memoria de Roberto viviendo una vida feliz y plena.
Recordaba todas las aventuras que habían compartido juntos y encontraba consuelo en saber que él estaba siempre con ella. Con el tiempo, Alba se convirtió en una persona compasiva y amable. Ayudaba a los demás en el pueblo e inspiraba a todos con su positividad.
La gente comenzó a llamarla "La Mariposa" porque irradiaba luz y esperanza como ninguna otra. A medida que pasaban los años, Alba nunca olvidó su amistad con Roberto.
Cada vez que veía una mariposa azul volando por el cielo, sabía que era un mensaje especial del espíritu de su querido amigo. Y así fue como la leyenda de Roberto y Alba se extendió por todo Oaxaca.
Los niños del pueblo aprendieron sobre la importancia de la amistad verdadera y cómo encontrar fuerzas incluso en los momentos más difíciles. El espíritu de Roberto siguió acompañando a Alba durante toda su vida, guiándola en cada paso del camino.
Y aunque ya no estuvieran físicamente juntos, sus corazones siempre permanecieron unidos en esa eterna amistad llamada amor verdadero.
FIN.