La Mariposa de los Sueños



ALMA era una cucaracha muy especial. A diferencia de las demás cucarachas, ella soñaba con volar y explorar el mundo más allá de su pequeño rincón en la cocina de una casa.

Un día, mientras Alma estaba buscando comida, escuchó un ruido proveniente del jardín. Se acercó curiosa y vio a un grupo de mariposas revoloteando entre las flores. Fascinada por su belleza y gracia al volar, Alma se sintió aún más decidida a cumplir su sueño.

Impulsada por la emoción, Alma decidió buscar ayuda para convertirse en una mariposa. Encontró a Don Ramiro, un sabio gusano que vivía cerca del jardín. "Don Ramiro, necesito su ayuda", dijo Alma emocionada.

"Dime qué te preocupa, joven cucaracha", respondió Don Ramiro con amabilidad. Alma le explicó sus deseos de convertirse en una mariposa y le pidió consejo sobre cómo lograrlo.

Don Ramiro sonrió y le contó sobre el antiguo árbol mágico ubicado en lo profundo del bosque cercano. "Si logras llegar hasta él antes del amanecer y tocas su corteza tres veces con tu antena derecha, tus deseos se harán realidad", explicó Don Ramiro. Llena de determinación, Alma partió hacia el bosque sin perder tiempo.

El camino no fue fácil; tuvo que enfrentarse a arañas peligrosas e insectos hambrientos durante toda la noche. Pero cada obstáculo que superaba la hacía más fuerte y perseverante.

Justo cuando el sol comenzaba a asomarse por el horizonte, Alma llegó al árbol mágico. Con su antena derecha temblorosa, tocó la corteza tres veces.

De repente, un destello de luz envolvió a Alma y cuando abrió los ojos, ¡se encontraba rodeada por hermosas alas de colores! Se había convertido en una mariposa. Llena de alegría, Alma voló hacia su hogar en el jardín. Pero al llegar, se dio cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo. Las demás cucarachas estaban angustiadas porque no había suficiente comida para todas.

"¡No se preocupen!", exclamó Alma. "Ahora puedo ayudarles". Con sus nuevas habilidades como mariposa, Alma buscó las mejores fuentes de alimentos para compartir con sus amigos cucarachas.

Juntas trabajaron arduamente para organizar sus esfuerzos y asegurarse de que nadie pasara hambre. La noticia sobre la valentía y generosidad de Alma se extendió rápidamente por todo el vecindario. La gente comenzó a dejar pequeñas migajas y frutas frescas en el jardín para ayudar a las cucarachas.

Poco a poco, las demás cucarachas también encontraron formas creativas de contribuir al bienestar común. Trabajando juntas, construyeron un refugio seguro donde pudieron vivir sin temor.

Alma se dio cuenta entonces que su sueño no era solo volar; era hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos. Y así fue como ALMA la cucaracha se convirtió en la inspiración para su comunidad.

Su historia recordaba a todos que, incluso siendo pequeños e inusuales, cada uno de nosotros tiene el poder de hacer una diferencia en el mundo. Y eso es exactamente lo que Alma hizo: cambió la vida de las cucarachas y enseñó a todos que juntos podemos lograr grandes cosas.

Desde aquel día, ALMA voló por los jardines compartiendo su sabiduría y alentando a otros insectos a encontrar sus propias formas únicas de ayudar. Y así, su legado vivió para siempre, inspirando a generaciones futuras de cucarachas y mariposas por igual.

FIN.

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