La mariposa de los sueños


Había una vez en un hermoso bosque de Argentina, una pequeña oruga llamada Lola. Ella vivía feliz junto a su familia en un gran árbol lleno de hojas verdes y jugosas, que eran su alimento favorito.

Pero un día, Lola notó algo preocupante: las hojas del árbol se estaban acabando. Lola se acercó a sus amigas orugas y les dijo: "¡Chicas, nuestras hojas se están terminando! Debemos aventurarnos por el bosque en busca de comida nueva".

Sin embargo, las demás orugas tenían miedo de abandonar la seguridad del árbol y preferían quedarse allí. Sin dejarse desanimar por la falta de apoyo, Lola decidió emprender su viaje sola.

Caminó valientemente por el espeso bosque, buscando algún rastro de alimento fresco que pudiera llevar de regreso a su hogar. Después de mucho explorar, Lola encontró un arbusto repleto de deliciosas hojas verdes. Se sintió tan emocionada que comenzó a devorarlas con alegría.

Poco a poco, mientras comía más y más, algo extraño comenzó a pasarle a Lola: ¡se estaba transformando! Sus patitas se volvieron largas y delgadas hasta convertirse en alas vibrantes y coloridas. Su cuerpo también cambió completamente; ahora era una hermosa mariposa.

Lola no podía contener su felicidad por haberse convertido en mariposa y tener la oportunidad de volar. Pero también tenía una misión muy importante: quería regresar junto a su familia para contarles lo que había descubierto.

Voló rápidamente de regreso al árbol donde vivían las demás orugas, pero cuando llegó, se encontró con una triste sorpresa. El árbol estaba completamente seco y sin hojas. Sus amigas orugas se habían quedado sin comida y estaban muy débiles.

Lola se acercó a ellas y les dijo: "¡Chicas, he encontrado un arbusto lleno de hojas frescas! Podemos ir allí juntas y tener comida suficiente para todos".

Las demás orugas miraron a Lola con asombro y admiración, pero también con un poco de miedo por aventurarse en el bosque desconocido. Sin embargo, la valentía de Lola las inspiró. Juntas decidieron seguir a su amiga mariposa en busca del arbusto salvador.

Con cada paso que daban, la confianza crecía en sus corazones. Finalmente, llegaron al arbusto lleno de hojas verdes y jugosas. Las orugas no podían creer lo que veían; era como un paraíso lleno de comida fresca.

Comenzaron a comer con alegría mientras Lola volaba felizmente alrededor de ellas. Con el tiempo, todas las orugas comenzaron a transformarse en hermosas mariposas como Lola. Juntas formaron una nueva familia junto al árbol del arbusto abundante y vivieron felices para siempre.

La historia de Lola nos enseña que no debemos tener miedo de explorar nuevos lugares ni enfrentar los desafíos que se presenten en nuestro camino.

A veces, es necesario salir de nuestra zona de confort para encontrar oportunidades maravillosas que nos permitan crecer y ayudar a los demás. Y así, con su valentía y determinación, Lola la oruga se convirtió en una mariposa inspiradora que cambió la vida de todos a su alrededor.

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