La Mariposa de Luz
Había una vez, en un hermoso jardín lleno de flores de colores y árboles frondosos, una mariposa morada muy especial.
Esta mariposa no era como las demás, ya que brillaba con una luz propia y tenía la capacidad de cambiar de color según su estado de ánimo. Un día, mientras revoloteaba entre las flores, la mariposa morada se encontró con una bola de cristal mágica que parecía brillar con mil luces.
Intrigada, la mariposa decidió acercarse para observarla mejor. Sin darse cuenta, al posarse sobre la bola de cristal, quedó atrapada en su interior. Al principio, la mariposa intentó escapar golpeando con fuerza las paredes de cristal, pero por más que lo intentaba, no podía romperlas.
Se sintió desesperada y triste al verse prisionera en ese pequeño espacio. Pero entonces recordó algo importante: su brillo interior. La mariposa morada cerró los ojos y se concentró en su luz interna.
Poco a poco, empezó a brillar con más intensidad hasta iluminar toda la bola de cristal. Fue entonces cuando escuchó una voz suave que le susurraba al oído:"Querida mariposa morada, tu luz es tan poderosa que puede abrir cualquier camino hacia la libertad.
Solo debes creer en ti misma y encontrar el camino correcto. "Animada por estas palabras, la mariposa comenzó a volar dentro de la bola de cristal buscando alguna salida.
Descubrió que había un pequeño agujero en la parte superior por donde entraba un rayo de luz dorada. Sin dudarlo, se dirigió hacia allí y con un último esfuerzo logró salir al exterior. Una vez libre nuevamente, la mariposa morada se sintió más fuerte y valiente que nunca.
Agradeció a la bola de cristal por enseñarle a confiar en su propia luz y decidió compartir esa lección con todos los seres del jardín.
Desde ese día, la mariposa morada se convirtió en un símbolo de esperanza y determinación para todos los habitantes del jardín. Y aunque ya no brillaba tanto como antes, su luz seguía siendo tan poderosa como siempre.
Y así fue como la mariposa morada aprendió que incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz interior capaz de guiarnos hacia la libertad y la felicidad verdadera.
FIN.