La mariposa del castillo en el bosque que come flores

Había una vez en un hermoso bosque encantado, un pequeño castillo donde vivía una mariposa llamada Maribel. Maribel era una mariposa muy especial, siempre repleta de energía y alegría.

Todos los días salía a revolotear por el bosque en busca de flores para alimentarse. Sin embargo, un día, cuando llegó al campo de flores que tanto le gustaba visitar, se llevó la sorpresa de que todas las flores habían desaparecido.

Maribel se puso muy triste al ver que su fuente de alimento había desaparecido. -¿Qué ha pasado con todas las flores? -se preguntaba preocupada. Decidida a encontrar una solución, Maribel decidió volar hacia el centro del bosque, donde se encontraba un viejo sabio árbol.

-¡Buenas tardes, Viejo Sabio! ¿Ha visto lo que ha sucedido con las flores del campo? -preguntó Maribel con esperanza. -Sí, querida Maribel. Un malvado hechizo ha hecho que el bosque empiece a comerse todas las flores.

Si no encontramos una solución pronto, las flores desaparecerán por completo -respondió el Viejo Sabio. Maribel se puso manos a la obra y decidió buscar a los animales del bosque para pedir su ayuda.

Con la colaboración de un astuto zorro, una diligente ardilla y un valiente conejo, formaron un plan para detener el hechizo. Juntos, buscaron al brujo que estaba detrás del malvado encantamiento y con astucia lograron hacerlo cambiar de idea. El hechizo fue revertido y las flores volvieron a crecer en el bosque.

Maribel y sus amigos celebraron su victoria con una fiesta en honor a la naturaleza. Desde ese día, Maribel y los demás animales del bosque se convirtieron en guardianes de las flores, velando por su protección.

La valentía y el compañerismo habían salvado al bosque de un futuro sin flores. Todos aprendieron que, trabajando juntos, podían superar cualquier desafío y proteger su querido hogar.