La Mariposa Generosa y sus Amigos



Érase una vez en un hermoso bosque lleno de colores y aromas, donde vivía una mariposa llamada Lila. Lila era conocida por sus hermosas alas azules y moradas, pero sobre todo, por su gran corazón. Siempre estaba dispuesta a ayudar a sus amigos.

Un día, mientras volaba alegremente, vio a su amiga la tortuga llamada Tula con una expresión preocupada.

"¡Hola, Tula! ¿Qué te pasa?" - preguntó Lila con su voz suave.

"Hola, Lila. Estoy tratando de alcanzar esa hoja deliciosa, pero no puedo llegar hasta allí. Es muy alta para mí" - dijo Tula, haciendo un gesto hacia una hoja verde brillante en lo alto de un árbol.

Lila sonrió y dijo:

"No te preocupes, amiga. ¡Yo puedo ayudarte!"

Y voló hacia la hoja, la tomó con su delicada boca y la llevó de regreso a Tula.

"¡Gracias, Lila! Eres tan generosa" - exclamó Tula con alegría.

Esa misma tarde, mientras Lila seguía volando, vio a su amigo el pajarito Pío buscando algo en el suelo.

"¿Qué te pasa, Pío?" - le preguntó Lila.

"No puedo encontrar mi alimento. Se me cayó y no lo hallo" - respondió el pajarito.

Lila recordó que siempre tenía un poco de polen guardado de sus visitas a las flores y decidió ayudar.

"No te preocupes, Pío. ¿Quieres un poco de mi polen?" - le ofreció.

"¡Eso sería genial!" - dijo Pío emocionado.

Lila compartió su polen y Pío la agradeció:

"¡Eres la mejor amiga!"

Pero inesperadamente, el clima comenzó a cambiar. Se acercaba una tormenta y los animalitos del bosque se pusieron nerviosos. Mientras todos buscaban refugio, Lila se dio cuenta de que muchos de sus amigos no tenían un lugar seguro donde ir.

"¿Qué vamos a hacer?" - pensó mientras volaba de un lado a otro.

Entonces, tuvo una idea.

"¡Voy a ayudar a todos a encontrar un refugio!" - dijo Lila, y voló a casa de su amiga la ardilla Susi.

"¡Susi! Tu árbol es grande y fuerte. ¿Podemos refugiarnos ahí?" - preguntó Lila.

"¡Claro! ¡Vengan todos!" - exclamó Susi.

Lila no solo fue a buscar a Tula y Pío, sino también a otros amigos del bosque, como los conejos, los ratones y hasta al viejo búho. Todos se reunieron bajo las ramas del gran árbol de Susi.

"Gracias, Lila. Sin ti, no sabríamos qué hacer" - dijo el búho sabio.

"Sí, ¡eres nuestra heroína!" - asentían los demás.

La tormenta llegó, pero los animalitos estaban juntos y seguros. Mientras el viento soplaba fuerte afuera, Lila les contó historias sobre el bosque y la importancia de ayudar a los demás.

Después de un rato, la tormenta pasó y el sol volvió a brillar.

"¡Miren! ¡El arcoíris!" - gritó Pío. Todos salieron del refugio y observaron el hermoso espectáculo.

Lila sonrió.

"La generosidad trae buenos momentos. Ayudar a los demás siempre vale la pena" - dijo.

"Y tener amigos es el mejor regalo de todos" - añadió Tula, feliz.

Desde ese día, todos aprendieron que la generosidad no solo hace felices a los demás, sino que también llena de alegría el corazón de quien da. Juntos, celebraron su amistad y las maravillas del bosque siempre que podían. Y así, Lila la mariposa generosa continuó volando por el bosque, sabiendo que siempre habría algo especial en ayudar a los demás y compartir lo que tenía.

FIN.

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