La Mariposa Melina y el Tigre Belandia



En un bosque mágico, donde los árboles cantaban y las flores bailaban al ritmo del viento, vivía una mariposa llamada Melina. Melina era una mariposa con alas que brillaban como el oro y tenían hermosos patrones de tigre. Este diseño era especial, ya que las mariposas tigre eran consideradas un símbolo de valentía.

Un día, mientras revoloteaba sobre las flores de colores vivos, Melina escuchó un rugido fuerte que resonaba en toda la selva. Intrigada, decidió volar hacia el sonido. Al llegar a un claro, se encontró con el gran Tigre Belandia, el rey de la selva. Era un tigre imponente, con un pelaje anaranjado brillante y rayas negras que brillaban como las estrellas.

"¿Quién osa interrumpir mi siesta?" - preguntó Belandia, abriendo sus ojos grandes y curiosos.

"Soy Melina, la mariposa con alas de tigre. He venido a ver qué ocurre en la selva," - respondió Melina, con una voz suave.

"Un grupo de animales está preocupándose mucho. Hay un problema con el río; el agua se ha secado y nadie sabe por qué," - explicó Belandia, frunciendo el ceño.

Melina sintió un cosquilleo de valentía en su pequeño cuerpo. Sabía que podía ayudar. Con un brillo en sus alas, se le ocurrió una idea.

"¡Yo puedo volar alto y ver lo que pasa!" - exclamó.

El tigre sonrió, impresionado. "¡Eres muy valiente, pequeña! Te seguiré en mi mejor paso. Juntos, encontraremos la fuente del problema."

Así, Melina voló alto sobre las copas de los árboles, mientras Belandia corría velozmente debajo de ella. Voló y voló, hasta que vio algo extraño. Un gran tronco había caído sobre el río, bloqueando el agua.

"¡Belandia! ¡El tronco está bloqueando el flujo del agua!" - gritó Melina, desprendiéndose de una flor y dejando que la brisa la guíe.

"¡Vamos a moverlo juntos!" - dijo Belandia, su entusiasmo llenando el aire.

Con todas sus fuerzas, el tigre empujó el tronco, mientras Melina volaba alrededor, tratando de motivar a otros animales a unirse. Poco a poco, otros animales como los monos, los ciervos y hasta las aves empezaron a ayudar. Con un gran esfuerzo, lograron mover el tronco y el agua comenzó a fluir de nuevo.

"¡Hurra! ¡Lo logramos!" - gritó Melina, revoloteando felizmente.

Belandia la miró, admirado. "Gracias por tu valentía, Melina. No sólo eres una mariposa,¡sino que eres un verdadero héroe para nuestra selva!"

Con el río recuperado, Melina se sintió llena de alegría. Aprendió que, aunque era pequeña, podía hacer grandes cosas con valentía y determinación.

Así, cada vez que se veía una mariposa tigre en el bosque, todos recordaban el día en que Melina y el Tigre Belandia se unieron para salvar la selva, recordando que cada uno tiene algo especial que aportar, sin importar su tamaño. Y desde entonces, Melina siguió volando, inspirando a otros a ser valientes, a compartir y a cuidar su hogar, la selva mágica.

Y así concluyó la historia de Melina, la mariposa tigre, quien descubrió que la verdadera grandeza viene del corazón.

FIN.

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