La mariposa que descubrió su brillo interior



Había una vez en un bosque encantado, una linda mariposa llamada Margarita. Margarita era muy especial, tenía unas alas brillantes y coloridas que deslumbraban a todos los animales del bosque.

Sin embargo, a pesar de su belleza, Margarita no se sentía feliz consigo misma. Un día, mientras revoloteaba entre las flores, se encontró con el hada madrina del bosque.

El hada madrina era sabia y amorosa, y al ver la tristeza en los ojos de Margarita decidió ayudarla. "Dime querida Margarita, ¿por qué estás tan triste si eres tan hermosa y especial?" -preguntó el hada madrina con ternura. Margarita bajó la cabeza y susurró: "Es que siempre me comparo con las otras mariposas del bosque.

Ellas son más grandes o más brillantes que yo, siento que nunca podré ser tan bonita como ellas.

"El hada madrina sonrió con dulzura y le dijo: "Querida Margarita, cada ser en este mundo es único y especial a su manera. Tú tienes cualidades únicas que te hacen brillar por ti misma. Debes aprender a amarte tal como eres y verás cómo todo cambiará. "Margarita escuchaba atentamente las palabras del hada madrina y decidió seguir su consejo.

Comenzó a practicar el amor propio, a aceptarse tal como era y a valorar todas sus cualidades. Poco a poco, Margarita empezó a sentirse más segura de sí misma.

Ya no se comparaba con las demás mariposas ni buscaba la validación externa para sentirse feliz. Aprendió a amarse a sí misma y eso le dio una luz interior que iluminaba todo su ser.

Un día, durante un paseo por el bosque, Margarita se encontró con un grupo de mariposas admirando su belleza. "¡Wow! ¡Eres la mariposa más hermosa que hemos visto!" -exclamaron asombradas. Margarita sonrió radiante y les dijo: "Gracias amigas, pero lo más importante es cómo me siento por dentro.

He aprendido a amarme tal como soy y eso es lo que realmente importa. "Las otras mariposas quedaron impresionadas por la sabiduría de Margarita y todas juntas volaron felices alrededor del bosque.

Desde ese día en adelante, Margarita siguió siendo admirada por todos los habitantes del bosque no solo por su belleza exterior sino también por la luz interior que emanaba gracias al amor propio que había cultivado en su corazón.

Y colorín colorado este cuento ha enseñado que amarse uno mismo es el primer paso para ser verdaderamente feliz.

FIN.

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