La mariposa que despertó de su dulce sueño

En un hermoso jardín, vivía una mariposa llamada Maribel. Durante días, Maribel había estado profundamente dormida, sumergida en un dulce sueño. Un día, al despertar, se encontró rodeada de flores de todos los colores y tamaños.

La mariposa, asombrada por la belleza que la rodeaba, decidió explorar el jardín. Al volar entre las flores, se encontró con diferentes animales del jardín, como la abeja trabajadora, el colibrí velocista y la mariquita juguetona.

Cada uno de ellos le enseñó algo nuevo a Maribel, quien descubrió la importancia del trabajo, la alegría de la rapidez y la diversión en los momentos de juego.

Con cada nuevo encuentro, Maribel aprendió valiosas lecciones y se dio cuenta de que ella también tenía un propósito especial en el jardín. Decidió ayudar a polinizar las flores, llevando consigo el polen de una flor a otra, contribuyendo así a la reproducción de nuevas plantas.

Maribel se convirtió en un eslabón vital en la cadena de vida del jardín, y su presencia aportó belleza y vitalidad a su entorno. La mariposa, después de haber despertado de su largo sueño, encontró su propósito y se convirtió en un ejemplo de vitalidad y determinación para todos en el jardín.