La mariposa sin alias
En un hermoso jardín, había una mariposa que no tenía alias. Un día, un humano la arrancó de su hábitat natural.
La pobre mariposa se sintió perdida y sola, pero decidió hacer todo lo posible para encajar con las demás mariposas. Ingresó a un nuevo grupo de mariposas, pero al notar que todas ellas tenían alias, se sintió aún más diferente y desplazada. Entonces, decidió emprender un viaje en busca de su identidad.
En su travesía, conoció a una sabia mariposa llamada Doña Aurora, quien le enseñó que lo que la hacía especial no era un alias, sino su propia esencia.
La mariposa sin alias entendió que su valor no radicaba en ser igual a las demás, sino en ser auténtica consigo misma. Con esta revelación, regresó al jardín y demostró a todos que no necesitaba un alias para brillar. Su singularidad y belleza natural la hicieron destacar entre todas las mariposas.
A partir de entonces, las demás mariposas la admiraron y respetaron por su valentía y autenticidad, convirtiéndola en un ejemplo para todos.
La mariposa sin alias comprendió que no importa quién eres o cómo te llamas, lo que realmente importa es aceptarte tal como eres y compartir tu luz con el mundo.
FIN.