La Mariposa Tina y el Camaleón Curioso



En un hermoso jardín vivía la mariposa Tina, una paseadora incansable que disfrutaba de explorar cada rincón.

Un día, mientras revoloteaba de flor en flor, se topó con un camaleón curioso llamado Carlitos, quien, al ver a Tina, abrió sus ojos grandes y brillantes, y con voz traviesa exclamó: -¡Qué deliciosa merienda! Voy a atraparte y saborearte! -

Tina, asustada, desplegó sus alas y trató de escapar volando, pero el camaleón, con su lengua larga y ágil, la alcanzó y la agarró por el ala.

-¡Suéltame! ¡No soy tu merienda! -, gritó la mariposa. Sorprendido por la valentía de Tina, Carlitos se detuvo y, después de un momento, soltó a la mariposa. -Lo siento, no quise asustarte.

Nunca antes había visto una criatura tan colorida y rápida como tú. Soy un camaleón y me encanta cambiar de colores para adaptarme a mi entorno-, explicó Carlitos. -¡Vaya! Eso suena increíble. Tienes que mostrarme cómo lo haces-, dijo Tina con curiosidad.

Desde ese día, Tina y Carlitos se convirtieron en grandes amigos. Carlitos le enseñó a Tina cómo cambiar su color y adaptarse al entorno, y Tina le enseñó a Carlitos a volar entre las flores y a disfrutar de la libertad del jardín.

Juntos, descubrieron que, aunque eran muy diferentes, podían aprender mucho el uno del otro y disfrutar de una amistad entrañable.

Así, cada día se convertía en una nueva aventura para la mariposa Tina y el camaleón Carlitos, quienes demostraron que la amistad puede surgir de las situaciones más inesperadas y que la diversidad enriquece la vida de todos.

FIN.

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