La mariposa valiente


Había una vez en el jardín de la casa de la abuela, una pequeña mariposa llamada Fideo.

Fideo era diferente a las demás mariposas, su cuerpo era más largo y delgado que el de sus amigas, lo que hacía que se sintiera triste y diferente. Un día, mientras volaba por el jardín, Fideo escuchó un ruido extraño proveniente del rosal. Al acercarse, descubrió que una oruga estaba luchando para salir de su capullo.

Sin pensarlo dos veces, Fideo decidió ayudarla. "¿Necesitas ayuda?" - preguntó Fideo con su dulce voz. "Sí", respondió la oruga con dificultad. "Tranquila, te ayudaré a salir" - dijo Fideo mientras comenzaba a tirar del capullo con todas sus fuerzas.

Finalmente lograron sacar a la oruga del capullo y esta se convirtió en una hermosa mariposa como Fideo.

La nueva amiga de Fideo le dio las gracias por haberle salvado la vida y le preguntó cómo podía devolverle el favor. Fideo le contó sobre su tristeza al sentirse diferente a las demás mariposas por su cuerpo alargado. La nueva amiga le explicó que ser diferente no es algo malo y que cada uno tiene su propia belleza única.

Desde ese día en adelante, Fideo comenzó a aceptarse tal como era y dejó de preocuparse por lo que los demás pensaban de ella. Comenzó a disfrutar volando libremente por el jardín junto con sus nuevas amigas mariposas.

Pero un día, una fuerte tormenta azotó el jardín y las mariposas se refugiaron en la casa de la abuela. Al día siguiente, cuando salieron al sol, descubrieron que un niño había atrapado a Fideo en un frasco.

"¡Déjame salir! ¡No me gusta estar encerrada!" - gritaba Fideo desesperadamente. El niño no entendía lo que decía Fideo y simplemente la veía como una simple mariposa más.

Pero gracias a la valentía de sus amigas mariposas, lograron liberarla del frasco y volvió a ser libre. Fideo aprendió que no solo era hermosa por fuera sino también por dentro, ya que tenía amigos fieles y valientes que la ayudaban en todo momento.

Desde entonces, ella se convirtió en una líder para su grupo de amigas mariposas y siempre estaba dispuesta a ayudar a cualquier criatura necesitada. Y así fue como Mariposa Fideo aprendió una gran lección sobre aceptación y amistad verdadera.

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