La mariposa valiente



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Sofía. Sofía era una niña valiente y curiosa, siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Un día, su abuela se enfermó de una rara enfermedad y ningún médico sabía cómo curarla. Sofía no se dio por vencida y decidió ir en busca de la mariposa mágica que tenía el poder de sanar a las personas enfermas.

Según la leyenda del pueblo, esta mariposa vivía en un valle encantado al otro lado del bosque. Con determinación en su corazón y una mochila llena de provisiones, Sofía comenzó su aventura.

En el camino, se encontró con un anciano sabio que le advirtió sobre los peligros que enfrentaría en el valle encantado. "-Niña valiente, ten cuidado con las brujas malvadas que protegen la mariposa mágica. Son muy astutas y tratarán de detenerte", le dijo el anciano. Sofía siguió adelante sin temor hacia el desconocido valle encantado.

Al llegar allí, quedó asombrada por su belleza: árboles gigantes cubiertos de musgo brillante y flores exóticas llenaban el lugar. Pero pronto descubrió que no estaba sola. De repente, unas brujas aparecieron frente a ella.

Eran tres brujas malvadas con sombreros puntiagudos y risas tenebrosas. "-¿Qué hace aquí una niña como tú? ¡Este es nuestro territorio!", gritaron las brujas mientras agitaban sus varitas mágicas.

Sofía no se dejó intimidar y les explicó su misión de encontrar la mariposa mágica para curar a su abuela. Las brujas, sorprendidas por la valentía de la niña, decidieron ponerla a prueba.

"-Debes superar tres desafíos antes de que puedas llevar a cabo tu búsqueda", dijeron las brujas en tono desafiante. El primer desafío consistía en cruzar un río lleno de cocodrilos hambrientos. Sofía recordó los consejos del anciano sabio y construyó un puente con ramas y piedras para cruzarlo sin ser devorada por los reptiles feroces.

El segundo desafío fue escalar una montaña empinada. Con fuerza y determinación, Sofía trepó hasta la cima mientras evitaba las rocas que caían peligrosamente cerca de ella. Finalmente, el tercer desafío fue resolver un acertijo complicado.

Afortunadamente, Sofía era muy inteligente y logró descifrarlo rápidamente. Impresionadas por su valentía y habilidad, las brujas le permitieron entrar al lugar donde se encontraba la mariposa mágica. Allí, Sofía vio una hermosa mariposa dorada con alas brillantes como el sol.

Sin perder tiempo, la atrapó con cuidado en sus manos temblorosas. Justo cuando estaba a punto de salir del valle encantado, las brujas aparecieron nuevamente frente a ella. Esta vez parecían diferentes: amables y sonrientes.

"-Has demostrado ser una niña valiente y digna de llevar la mariposa mágica. Tu determinación y coraje han tocado nuestros corazones", dijeron las brujas en tono amigable.

Sofía agradeció a las brujas y se despidió de ellas antes de regresar al pueblo con la mariposa mágica en sus manos. Al llegar a su casa, Sofía liberó suavemente la mariposa sobre su abuela enferma. Mientras la mariposa revoloteaba alrededor de ella, algo increíble sucedió: los síntomas de la enfermedad comenzaron a desaparecer lentamente.

La abuela de Sofía se curó por completo gracias al poder sanador de la mariposa mágica. Desde ese día, el pueblo entero se llenó de esperanza y gratitud hacia Sofía por haber salvado a su abuela.

La valentía y determinación de Sofía nos enseñan que no debemos rendirnos ante los obstáculos que encontramos en nuestra vida. Siempre hay una solución si creemos en nosotros mismos y estamos dispuestos a luchar por lo que queremos.

Y así, esta pequeña niña demostró que incluso los sueños más imposibles pueden hacerse realidad cuando tenemos el coraje suficiente para perseguirlos hasta el final.

FIN.

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