La Mariposa y la Oruga Traviesa



En un hermoso jardín, vivía una oruga llamada Olivia. A diferencia de las mariposas que revoloteaban a su alrededor, Olivia era una oruga traviesa y juguetona.

Siempre se preguntaba por qué las mariposas eran tan bonitas y admiradas, mientras que a ella apenas le prestaban atención. Un día, intranquila por ser tan diferente, decidió hablar con la mariposa más bella del jardín, Margarita. "Hola, Margarita. ¿Por qué las mariposas son tan bonitas y todos las admiran tanto?", preguntó Olivia.

"Las mariposas son bonitas porque pasamos por un proceso de transformación. Antes de llegar a ser mariposas, éramos orugas, como vos. Pero atravesamos etapas, nos esforzamos y finalmente nos convertimos en estas criaturas hermosas que ves", respondió Margarita con calma.

Inspirada por las palabras de Margarita, Olivia decidió emprender su propio viaje de transformación. Empezó a aprender sobre las plantas, a observar a las mariposas y a cuidar de sí misma.

Con el tiempo, Olivia construyó una hermosa crisálida y, tras un arduo proceso, finalmente emergió como una mariposa radiante. El jardín se llenó de murmullos de admiración al ver a Olivia transformada en una mariposa tan hermosa como Margarita.

Desde entonces, Olivia compartía su historia con todas las orugas que dudaban de sí mismas, alentándolas a creer en su propio potencial y a emprender su propio viaje de transformación.

FIN.

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