La mariposa y su mamá



En un hermoso jardín lleno de colores, vivía una mariposa llamada Lila. Lila era curiosa y siempre tenía ganas de explorar cada rincón de su hogar. Su mamá, Mariposa Clara, la veía volar y se sentía orgullosa de ella.

Un día, mientras Lila revoloteaba entre las flores, escuchó a un grupo de mariposas grandes hablando sobre un rincón del jardín que nunca había visitado.

"¿Qué hay en el Rincón Escondido?"- preguntó Lila con ojos brillantes."Es un lugar mágico, lleno de flores nunca vistas y un brillo especial"- respondió una mariposa. La curiosidad de Lila creció, y decidió que quería ir.

"¡Mamá!"- exclamó ella cuando volvió a casa."Voy a ir al Rincón Escondido. Dicen que es un lugar maravilloso".

Mariposa Clara sonrió, pero también se preocupó por su pequeña."Lila, el Rincón Escondido es muy lejano y está más allá de onde tú volaste antes. ¿Estás segura de que quieres ir sola?"- le preguntó.

Lila asintió con determinación."Quiero descubrirlo, mamá. Aprenderé y veré cosas increíbles. ¡Prometo tener cuidado!"-.

Mariposa Clara dudó un momento, pero al final solo pudo sonreír."Si es lo que deseas, Lila, entonces está bien, pero regresa antes de que caiga el sol"- le recomendó.

Lila partió con su corazón palpitando de emoción. Voló más lejos de lo que jamás había imaginado. Las flores se volvían más extrañas y bellas. Sin embargo, a medida que avanzaba, el camino se tornaba más oscuro y enredado.

Cuando finalmente llegó al Rincón Escondido, se quedó maravillada. Flores de colores vibrantes danzaban al ritmo del viento. Lila giró y giró, disfrutando de la belleza que la rodeaba. Todo era tan mágico... hasta que recordó la advertencia de su mamá.

"¡Oh, no! ¡El sol está empezando a bajar!"- gritó, dándose cuenta de que había pasado el tiempo volando. Lamentó no haber escuchado con más atención.

Corrió para regresar, pero de repente se dio cuenta de que se había perdido entre las flores. Todo se veía igual, y el camino de regreso ya no era claro."¿Qué voy a hacer?"- se lamentó, angustiada.

Mientras Lila intentaba encontrar su camino de vuelta, escuchó una voz suave y tranquilizadora. Era una mariposa anciana.

"¿Por qué pareces tan triste, pequeña?"- preguntó la mariposa.

"Me perdí, quería descubrir el Rincón Escondido y ahora no sé cómo regresar a casa"- sollozó Lila.

La mariposa anciana sonrió."El jardín es un lugar vasto, pero todo lo que necesitas es confiar en tu instinto y prestar atención a los colores que te rodean. Las flores abrirán el camino"- dijo, señalando a las flores brillantes que la rodeaban.

Siguiendo el consejo de la mariposa anciana, Lila empezó a volar lentamente, observando cada flor. Poco a poco, las flores comenzaron a lucir diferentes en color y forma, y esto le recordó el camino que había tomado para llegar. La mariposa anciana la observaba con cariño.

Finalmente, después de un rato de seguir el sendero de colores, Lila avistó a su mamá esperándola, visiblemente preocupada.

"¡Mamá!"- gritó Lila al verla, y corrió hacia ella.

"Te estaba esperando"- dijo Mariposa Clara, casi al borde del llanto."¿Dónde estabas?"-.

"Fui al Rincón Escondido y... me perdí. Pero conocí a una mariposa anciana que me ayudó a regresar. Aprendí a observar y confiar en los colores del jardín"- explicó Lila, todavía agitada pero emocionada.

"Me alegra que estés de vuelta, Lila. Aprendiste una lección muy valiosa hoy. La curiosidad está bien, pero siempre es importante saber cuándo es hora de volver"-

Lila abrazó a su mamá, sintiéndose feliz y segura."No volveré a desobedecer, lo prometo. Además, las flores del jardín son un mapa, ¡y yo las seguiré siempre que me sienta perdida!"-.

Desde aquel día, Lila exploró con más cautela, siempre eligiendo el momento adecuado para regresar a casa. Nunca olvidó la lección que aprendió sobre la curiosidad, la orientación y la importancia de escuchar a su mamá. Y así, en cada aventura, Lila se convirtió en una mariposa más sabia, pero igual de aventurera.

El jardín, lleno de colores, se volvió su lugar favorito, donde siempre había nuevas maravillas por descubrir junto a su mamá, y ella no podía esperar a compartir con ella lo aprendido en el camino.

FIN.

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