La mariposa y sus amigos
Había una vez en un hermoso jardín, una mariposa llamada Milagros. Era de color azul brillante y tenía alas tan delicadas como el cristal.
Milagros amaba volar libremente entre las flores, pero un día, mientras buscaba néctar en una flor, quedó atrapada por accidente en una telaraña. Milagros se debatía tratando de liberarse, pero cuanto más luchaba, más se enredaba en la pegajosa tela. Estaba asustada y triste porque no podía volar ni regresar a su hogar.
En ese momento apareció Benito, un pequeño escarabajo que vivía cerca del jardín. "¡Oh no! ¿Qué te ha pasado, Milagros?", preguntó Benito preocupado. "Estoy atrapada en esta telaraña y no puedo escapar", respondió Milagros con voz temblorosa.
Benito pensó rápidamente y tuvo una idea para ayudar a su amiga:"Espera aquí, voy a buscar ayuda", dijo Benito antes de salir corriendo hacia el árbol donde vivían los pájaros.
Benito encontró a Panchi, un simpático pajarito que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás animales del jardín. Le explicó lo que había ocurrido con Milagros y le pidió su ayuda para liberarla.
Panchi voló hasta donde estaba la mariposa atrapada y comenzaron a trabajar juntos para desenredarla de la telaraña. Fue difícil al principio porque la seda era muy pegajosa y resistente. Pero con paciencia y determinación, poco a poco lograron liberar a Milagros.
Cuando finalmente se soltó, Milagros abrió sus alas y volvió a su belleza y esplendor. Estaba tan agradecida con Benito y Panchi que decidió hacer algo especial para ellos. "Muchas gracias por salvarme", dijo Milagros emocionada.
"Como muestra de mi gratitud, voy a llevarles néctar de las flores más dulces del jardín". Milagros voló rápidamente por el jardín recolectando el néctar más sabroso y lo llevó tanto a Benito como a Panchi.
Los dos amigos disfrutaron deliciosos sorbos mientras la mariposa les contaba historias sobre sus aventuras en el jardín. Desde ese día, Milagros, Benito y Panchi se convirtieron en los mejores amigos. Juntos exploraban el jardín, ayudaban a otros animales necesitados y compartían momentos felices.
La historia de la mariposa atrapada enseña que siempre hay esperanza incluso en las situaciones más difíciles. Además nos muestra la importancia de la amistad desinteresada y cómo trabajar en equipo puede superar cualquier obstáculo.
Y así, Milagros demostró que un pequeño acto de bondad puede traer grandes recompensas y cambiar vidas para siempre. El jardín se llenó de alegría gracias al espíritu valiente e inspirador de una mariposa llamada Milagros.
FIN.