La mejor amiga del mundo

Había una vez en un pequeño pueblo llamado "Las Flores" vivía Rocio, una niña de 7 años muy dulce y cariñosa. Ella era conocida por todos como la mejor novia del mundo.

Un día Rocio salió a dar un paseo por el parque y se encontró con su amigo Lucas que estaba triste. Al preguntarle qué le pasaba, Lucas le contó que había perdido su pelota favorita en el bosque y no sabía cómo recuperarla.

Rocio decidió ayudarlo, juntos buscaron por todo el bosque sin éxito hasta que encontraron un viejo árbol hueco donde podría estar la pelota. Pero cuando intentaron entrar al árbol, se dieron cuenta de que estaba lleno de telarañas y arañas.

Lucas tenía miedo de entrar pero Rocio lo animó: "No te preocupes amigo, yo te protegeré". Juntos entraron al árbol oscuro y empolvado mientras las arañas los miraban fijamente. Finalmente encontraron la pelota perdida y salieron victoriosos del árbol.

Mientras caminaban hacia casa, Rocio pensaba en cómo ayudar a su amiga Sofía quien nunca había ido al cine porque sus padres no tenían suficiente dinero para llevarla.

Al día siguiente, Rocio fue a visitar a Sofía llevándole una bolsa llena de palomitas caseras hechas por ella misma. Después de compartir las palomitas juntas, Rocio le preguntó si quería ir al cine con ella ese fin de semana para ver la nueva película infantil.

Sofía estaba emocionada pero preocupada porque no tenía suficiente dinero para la entrada. Rocio le dijo: "No te preocupes, yo invito". Sofía no podía creer lo amable que era su amiga.

El día del cine llegó y las dos niñas se divirtieron mucho juntas viendo la película y comiendo pochoclos. Después de la película, Rocio llevó a Sofía a su casa y se despidió con un abrazo.

A medida que pasaba el tiempo, Rocio seguía ayudando a sus amigos en todo lo que podía. Un día, mientras caminaba por la calle, vio a una señora mayor tratando de cargar unas bolsas muy pesadas. Sin pensarlo dos veces, Rocio corrió hacia ella para ayudarla: "Permítame llevarle esas bolsas señora".

La señora estaba muy sorprendida por la amabilidad de Rocio y le preguntó si podría darle algo a cambio. Pero Rocio solo sonrió y respondió: "No necesito nada a cambio, solo quiero hacer feliz a los demás".

A partir de ese día, todos en el pueblo comenzaron a llamarla "Rocio la mejor novia del mundo" porque siempre estaba dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio.

Y así fue como Rocio aprendió que hacer felices a los demás es lo más importante en la vida y que ser buena persona puede marcar una gran diferencia en el mundo.