La Melodía de la Amistad



Era un día soleado en el colegio Don José de San Martín, donde los niños y niñas estaban emocionados por la visita tan esperada de una cantante criolla peruana llamada Paloma. Todos sabían que ella era famosa por sus hermosas canciones que hablaban de la amistad, la familia y la cultura de su país, Perú.

A medida que los niños se reunían en el patio, el director, el Sr. Ramírez, dijo: "Queridos alumnos, hoy tenemos el honor de recibir a Paloma, quien nos enseñará un poco sobre su música y cultura. ¡Así que escuchen con atención!"-

Los niños aplaudieron con alegría, y pronto, Paloma apareció sonriente, vestida con un colorido traje tradicional. "¡Hola, chicos y chicas!"- saludó, "Estoy muy feliz de estar aquí con ustedes. ¿Quiénes listos para disfrutar de la música?"-

"¡Yo!"- gritaron los niños al unísono.

Paloma comenzó a contarles sobre la música criolla, explicando que era un estilo que mezcla ritmos africanos, españoles e indígenas. "Mi canción favorita se llama 'Contigo en la Distancia', y habla sobre la importancia de estar siempre cerca de nuestros amigos y seres queridos, aunque a veces estemos lejos"-.

De repente, un niño llamado Mateo levantó la mano. "¿Podemos cantar la canción juntos?"-

Paloma sonrió y dijo: "¡Claro! Pero antes, quiero que todos piensen en una persona que les gustaría dedicarle la canción. ¿Listos?"-

Los niños comenzaron a murmurar los nombres de sus amigos y familiares. Paloma sacó su guitarra y comenzó a tocar suaves acordes. Al finalizar la canción, todos aplaudieron con entusiasmo. Pero entonces, un giro inesperado ocurrió. La guitarra de Paloma hizo un sonido extraño.

"Oh no, parece que mi guitarra se desafinó. ¿Alguien de ustedes sabe tocarla?"- preguntó Paloma, algo preocupada. Los niños miraron entre ellos, hasta que una nena tímida llamada Sofía levantó su mano tímidamente.

"Yo tengo un poco de experiencia, pero no sé si puedo hacerlo tan bien como vos"- dijo Sofía. Paloma la miró con confianza. "No te preocupes, todos estamos aquí para aprender y ayudarnos unos a otros. ¡Vamos a intentarlo!"-

Cuando Sofía se acercó, los demás empezaron a animarla. "¡Sofia, Sofia!"- gritaban. Con un poco de nervios, Sofía tomó la guitarra. Paloma la guió y juntas tocaron un fragmento de la canción. A medida que avanzaban, la inseguridad de Sofía se desvaneció, y pronto todos cantaban juntos.

Después de terminar, Paloma se agachó frente a Sofía y le dijo: "Ves, cuando se trabaja en equipo y apoyamos a nuestros amigos, podemos lograr cosas increíbles. ¿Qué tal si ahora hacemos un pequeño espectáculo en el que todos puedan participar?"-

Los niños saltaron de emoción, y rápidamente comenzaron a pensar en ideas. Algunos querían hacer una danza tradicional peruana, mientras que otros sugerían formar un coro.

Al finalizar el espectáculo improvisado, Paloma aplaudió con entusiasmo. "Esto es increíble, y lo que es más importante, han demostrado que la verdadera amistad se basa en apoyarse y juntos disfrutar de la vida. Quiero recordarles que sigan explorando su propia cultura y nunca dejen de aprender"-.

Cuando llegó la hora de despedirse, los niños se sintieron tristes, pero también inspirados. Sofía, en un acto valiente, le dijo a Paloma:

"Gracias por venir y por enseñarnos que no tenemos que ser perfectos, solo apasionados"-.

Paloma sonrió y se agachó para abrazarla. "Recuerda, cada uno de ustedes tiene una luz especial. ¡Nunca la apaguen!"-

Esa tarde, los niños se fueron a casa con un nuevo brillo en sus ojos, llevando consigo no sólo un poco de música peruana, sino también una gran lección sobre la amistad, la colaboración y el valor de ser auténticos. En el corazón de cada uno, quedaría por siempre el eco de la melodía que habían compartido ese día con Paloma, recordándoles que siempre podían contar con sus amigos, no importa la distancia que los separara.

FIN.

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