La melodía del amor


Había una vez en un pequeño pueblo, dos progenitores llamados Luis y Marta. Eran pelirrojos y tenían sentimientos de irá hacia el otro. Siempre discutían y se gritaban constantemente, creando un ambiente lleno de odio en su hogar.

Un día, mientras caminaban por la plaza del pueblo, vieron un espectáculo de magia que les llamó la atención. El mago hacía aparecer gatos de diferentes colores y tamaños con solo mover sus manos al ritmo de la música.

Luis y Marta quedaron fascinados por aquel espectáculo mágico. La música les llegaba al corazón y los gatos parecían transmitir alegría a todos los presentes. Al salir del espectáculo, decidieron acercarse al mago para hablar con él.

"¡Hola! Nos ha encantado tu show", dijo Marta con una sonrisa en su rostro. El mago les respondió amablemente: "Gracias, me alegra que les haya gustado". "Nos gustaría aprender a hacer lo que hiciste con los gatos", expresó Luis emocionado.

El mago asintió y les explicó que para poder realizar ese tipo de magia debían dejar atrás todo el odio y resentimiento que sentían uno hacia el otro.

Solo así podrían encontrar la paz interior necesaria para conectarse con la música y llevar felicidad a sus vidas. A partir de ese momento, Luis y Marta decidieron hacer todo lo posible para cambiar su actitud negativa.

Comenzaron a trabajar juntos en actividades del hogar e incluso compartieron momentos divertidos jugando con los gatos del vecindario. Poco a poco, el amor y la armonía fueron regresando a sus vidas. Se dieron cuenta de que, aunque fueran diferentes al progenitor, podían aprender a respetarse y valorarse mutuamente.

Un día, decidieron organizar un espectáculo musical en el pueblo para compartir su nueva pasión con los demás. Luis tocaba la guitarra mientras Marta cantaba hermosas canciones.

Los vecinos se sorprendieron al verlos juntos en el escenario, transmitiendo alegría y amor a través de la música. El espectáculo fue un éxito rotundo, pero lo más importante es que Luis y Marta encontraron una nueva manera de expresar sus sentimientos sin recurrir a la ira o al odio.

Descubrieron que la música tenía el poder de transformar cualquier situación difícil en algo positivo. A partir de ese día, Luis y Marta se convirtieron en referentes del pueblo. Ayudaban a otros progenitores con problemas similares a encontrar soluciones pacíficas y armónicas.

Así termina nuestra historia, recordándonos que siempre hay una oportunidad para cambiar nuestras actitudes negativas hacia los demás.

La música puede ser una gran aliada para transformar nuestros corazones y llevar felicidad no solo a nuestras vidas sino también a las vidas de quienes nos rodean.

Dirección del Cuentito copiada!