La melodía en mi corazón



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Melodía, donde vivían muchos instrumentos musicales que tocaban juntos en la gran orquesta del lugar.

Entre todos ellos, había una nota musical muy especial llamada Míscal, que era conocida por su dulce sonido y su alegría contagiosa.

Un día, mientras la orquesta se preparaba para el gran concierto anual, Míscal notó algo muy preocupante: ¡había perdido su partitura! Buscó por todas partes, bajo las sillas de los músicos, detrás de los atriles e incluso en el estuche del violín de Doña Violina, pero no lograba encontrarla. -¡Oh no! ¡Qué desastre! -exclamó Míscal con angustia-.

¿Cómo podré tocar en el concierto sin mi partitura? Los demás instrumentos intentaron consolar a Míscal y le ofrecieron ayuda para buscar la partitura perdida. Juntos recorrieron todo el pueblo, preguntando a cada rincón si alguien la había visto. Pero parecía que la partitura se había esfumado como por arte de magia.

Desanimada y triste, Míscal decidió hablar con el Sabio Maestro Melódico, un violinista anciano que vivía en lo alto de la colina y que siempre tenía soluciones sabias para los problemas musicales.

El Sabio Maestro escuchó atentamente la historia de Míscal y le dijo con calma:-Mi querida nota Míscal, a veces las respuestas están dentro de nosotros mismos. Cierra tus ojos y escucha tu corazón. La música está en todas partes, incluso cuando creemos haberla perdido.

Míscal siguió el consejo del Sabio Maestro y se sentó en silencio durante un largo rato. De repente, comenzó a tararear una melodía hermosa que nunca antes había escuchado.

Se dio cuenta de que esa melodía estaba escrita en su corazón todo este tiempo. Llena de emoción y gratitud, Míscal corrió hacia la orquesta justo a tiempo para el concierto anual.

Sin necesidad de ninguna partitura externa, comenzó a tocar la melodía con tanta pasión y belleza que todos los presentes quedaron maravillados. Al final del concierto, los aplausos resonaron por todo Villa Melodía y Míscal sintió una profunda alegría interior al saber que la verdadera música estaba dentro de ella desde el principio.

Desde ese día en adelante, Míscal siguió siendo una nota musical especial no solo por su dulce sonido sino también por recordarle a todos que lo más importante no siempre está afuera; a veces solo tenemos que mirar dentro nuestro para encontrarlo.

Y así continuaron tocando juntos en armonía durante muchos años más.

FIN.

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