La melodía en nosotros

Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, tres amigos muy talentosos llamados Martina, Tomás y Sofía.

Todos ellos tenían una pasión en común: ¡cantar! Cada tarde se reunían en el parque del pueblo para compartir sus canciones con todos los vecinos. Un día, mientras ensayaban su próxima presentación, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. Las notas musicales comenzaron a salir desafinadas de sus gargantas.

Estaban preocupados y tristes porque no sabían qué les estaba pasando. Decidieron ir a visitar al viejo maestro de música del pueblo, Don Juanito, quien era muy sabio y conocido por resolver problemas relacionados con la música. Al llegar a su casa, lo encontraron tocando su guitarra.

"¡Don Juanito! Necesitamos tu ayuda", exclamó Martina angustiada. El anciano los miró con ternura y les preguntó qué les ocurría. Los tres amigos le contaron sobre las notas desafinadas que salían de sus voces.

Don Juanito escuchó atentamente y sonrió: "No se preocupen chicos, esto tiene solución. Lo que necesitan es encontrar la melodía perdida dentro de ustedes". Los amigos quedaron perplejos ante estas palabras pero confiaban plenamente en la sabiduría del maestro.

Así que decidieron buscar esa melodía perdida juntos. Caminaron por todo el pueblo explorando cada rincón en busca de inspiración. Hasta que llegaron al hermoso lago del bosque donde encontraron un piano abandonado bajo un árbol.

"¡Miren chicos!", exclamó emocionado Tomás, "¡Este piano puede ayudarnos a encontrar nuestra melodía perdida!". Los tres amigos se sentaron frente al piano y comenzaron a tocar las teclas. Mientras lo hacían, sus voces empezaron a resonar en perfecta armonía con la música que producían.

"¡Lo logramos!", gritó Sofía emocionada. Llenos de alegría, volvieron al parque para compartir su nuevo talento con todos los vecinos. Cantaron canciones llenas de amor y esperanza, inspirando a todos los que los escuchaban.

Desde ese día, Martina, Tomás y Sofía se convirtieron en famosos cantantes de Argentina.

Viajaron por todo el país llevando su música a cada rincón y siempre recordaron el consejo del sabio Don Juanito: nunca dejar de buscar la melodía perdida dentro de ellos mismos. Y así fue como estos tres amigos encontraron su verdadero propósito en la vida y vivieron felices para siempre compartiendo su amor por la música con el mundo entero.