La melodía en peligro



Había una vez en un hermoso bosque encantado, donde la música se podía escuchar en cada rincón. En este bosque vivían las notas musicales, seres mágicos y alegres que llenaban el aire con melodías dulces y armoniosas.

En el centro del bosque se encontraba el Pentagrama Brillante, un lugar mágico donde las notas musicales bailaban y jugaban todo el día.

En este pentagrama vivían Sol, Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si; ocho notas musicales muy especiales que eran los guardianes de la música en el bosque. Una mañana soleada, Sol estaba recorriendo el pentagrama cuando escuchó un suave murmullo proveniente de un arbusto cercano.

Se acercó curioso y descubrió a una nota musical pequeñita y temblorosa llamada Doce. "¡Hola! ¿Quién eres tú?" preguntó Sol con alegría. "Soy Doce", respondió la notita tímida. "Me perdí de mi familia y no sé cómo regresar a casa. ""No te preocupes", dijo Sol con amabilidad.

"Aquí estás a salvo. Te enseñaré todo lo que necesitas saber sobre nuestro hogar en el Pentagrama Brillante. "Y así comenzó la aventura de Doce en el bosque encantado.

Sol le mostró cómo leer las partituras del pentagrama con la Clave de Sol y le enseñó los secretos de cada nota musical. Juntos exploraron los rincones más bellos del bosque, saltando de nota en nota mientras creaban melodías maravillosas.

Pero un día oscuro y tormentoso, una sombra malvada llamada Silencio llegó al bosque con intenciones malignas. Silencio odiaba la música alegre del Pentagrama Brillante y quería silenciar para siempre las risas de las notas musicales.

"¡No permitiremos que nos hagas daño!" gritó valientemente Sol frente a Silencio. "¡Ja ja ja! ¡Veremos quién gana esta batalla musical!" respondió Silencio con voz siniestra. La batalla entre las notas musicales y Silencio fue épica.

Cada nota tocaba su melodía más brillante para contrarrestar los oscuros poderes de Silencio. El Bosque Encantado retumbaba con sonidos mágicos mientras la lucha continuaba sin descanso. Finalmente, gracias al trabajo en equipo y la magia de la música, las notas lograron vencer a Silencio expulsándolo del bosque para siempre.

El Pentagrama Brillante volvió a brillar más fuerte que nunca, celebrando su victoria con una sinfonía inolvidable. Doce se había convertido en una valiente nota musical gracias a sus amigos del Pentagrama Brillante.

Aprendió que juntos podían superar cualquier desafío si se apoyaban mutuamente y confiaban en el poder de la música.

Y así, entre risas y melodías felices, todas las notas musicales vivieron por siempre jamás en armonía en su amado Bosque Encantado junto al sol radiante del Pentagrama Brillante.

FIN.

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