La Misión Celestial de los Hermanos Winchester



Había una vez dos hermanos llamados Sam y Dean Winchester, quienes eran cazadores de criaturas sobrenaturales.

Un día, mientras investigaban un caso, se encontraron con un ángel llamado Castiel quien les contó que Dios había vuelto a la Tierra y estaba causando caos y destrucción por todas partes. "¿Cómo es posible? ¿Dios no es el creador del universo?"- preguntó Dean sorprendido.

"Sí lo es, pero ha perdido su camino y ahora está usando su poder para hacer daño"- respondió Castiel con tristeza en su voz. Los hermanos Winchester sabían que tenían que detenerlo antes de que fuera demasiado tarde. Así que junto a Castiel comenzaron a buscar pistas sobre dónde podría estar Dios.

Después de muchas horas de investigación, descubrieron que Dios había tomado posesión del cuerpo de un hombre llamado Jack.

Los hermanos Winchester sabían que no podían enfrentarse a él solos, así que convocaron a todos los ángeles y demonios buenos para ayudarlos en la batalla final contra Dios. La batalla fue intensa y muchos resultaron heridos, pero al final lograron vencer a Dios gracias al trabajo en equipo y la ayuda de todos los aliados.

Al ver el error de sus acciones, Dios decidió retirarse del mundo e irse a reflexionar sobre sus errores. Los hermanos Winchester aprendieron una valiosa lección sobre trabajar juntos y confiar en sus amigos para superar cualquier obstáculo.

Además entendieron que incluso aquellos considerados —"poderosos"  pueden perderse en el camino si no tienen cuidado. Desde ese día dejaron atrás las peleas y comenzaron a trabajar juntos para ayudar a los demás, sabiendo que nunca están solos en la lucha contra el mal.

Y así, Sam, Dean y Castiel continuaron cazando criaturas sobrenaturales para proteger al mundo de cualquier amenaza. Y aunque enfrentaron muchos peligros más, siempre supieron que podían contar con la ayuda de sus amigos.

Ellos eran una verdadera familia unida por el bien común.

FIN.

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