La misión cromática de Colores Primarios



Había una vez en un lejano país llamado Colores, donde todo lo que existía estaba lleno de vida y alegría.

En este hermoso lugar vivían los colores primarios: Rojo, Amarillo y Azul, quienes eran los encargados de mantener el equilibrio cromático en el país. Un día, sin previo aviso, una sombra oscura empezó a extenderse por todo Colores. Los habitantes se preocuparon al ver cómo sus tonos vibrantes se volvían opacos y grises.

Al principio pensaron que era solo una nube pasajera, pero con el tiempo se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo.

Los colores primarios decidieron investigar qué estaba causando esa extraña sombra y emprendieron un viaje hacia el Monte Arcoíris, la fuente de donde provenía toda la energía cromática del país. En su camino se encontraron con Violeta, Naranja y Verde, quienes les contaron que habían visto a un ser oscuro merodeando por la montaña y robando los colores.

Alarmados por esta noticia, los seis colores decidieron unir fuerzas para detener al intruso y salvar a su amado país. Se adentraron en las cuevas del Monte Arcoíris, enfrentando desafíos y peligros en cada paso que daban.

Al llegar a lo más profundo de la montaña, descubrieron al culpable detrás de la sombra: El Grisáceo. Un ser triste y solitario que había perdido su color hacía mucho tiempo y buscaba apoderarse de los tonos vibrantes de Colores para sentirse vivo nuevamente.

"¿Por qué haces esto?" -preguntó Rojo con compasión en sus ojos. - El Grisáceo miró a los colores con tristeza antes de responder"Me siento vacío sin color. Quiero volver a brillar como ustedes".

Los colores entendieron el dolor del Grisáceo e hicieron algo sorprendente: le ofrecieron compartir su energía cromática para devolverle la alegría perdida.

Con cada pincelada de color sobre su gris figura, El Grisáceo comenzó a transformarse lentamente hasta convertirse en un ser multicolor radiante. Con lágrimas en los ojos, El Grisáceo agradeció a los colores por devolverle la felicidad que tanto anhelaba. Juntos salieron de las cuevas del Monte Arcoíris mientras veían cómo la sombra oscura desaparecía gradualmente del país.

Desde ese día en adelante, El Grisáceo se convirtió en el protector de todos los colores secundarios y prometió velar por el equilibrio cromático en Colores.

Los habitantes celebraron con júbilo la restauración de su hogar lleno de vida y aprendieron que incluso en medio de las sombras más oscuras puede surgir una luz llena de esperanza y amor.

Y así fue como Colores recuperó su esplendor gracias al poder transformador del perdón y la solidaridad entre todos sus habitantes cromáticos.

FIN.

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