La misión de Bosqueluz
En un hermoso bosque llamado Bosqueluz, vivían muchos animales felices y contentos. Había conejos saltarines, pájaros cantarines, osos cariñosos y ardillas traviesas. Todos disfrutaban del agua cristalina de un arroyo que cruzaba el bosque.
Un día, empezaron a llegar noticias preocupantes al Bosqueluz: el arroyo se estaba volviendo cada vez más sucio y contaminado. Los peces ya no podían nadar con libertad, las plantas acuáticas se marchitaban y los animales comenzaban a sentirse mal.
La líder del Bosqueluz, la sabia lechuza Luna, convocó a todos los habitantes para encontrar una solución. "- Debemos cuidar nuestro hogar y proteger el arroyo antes de que sea demasiado tarde - les dijo con voz grave.
Los animales se miraron entre sí con determinación. Decidieron investigar de dónde venía la contaminación y cómo podrían detenerla. Después de días de búsqueda y trabajo en equipo, descubrieron que unos humanos irresponsables estaban vertiendo desechos tóxicos en el arroyo.
Los animales decidieron actuar rápidamente. Organizaron una protesta pacífica frente a la fábrica responsable de la contaminación y lograron que cambiaran sus prácticas dañinas. Además, instalaron carteles educativos para concientizar a todos sobre la importancia de cuidar el agua.
Poco a poco, el arroyo volvió a recuperar su brillo y pureza gracias al esfuerzo conjunto de los habitantes del Bosqueluz. Los peces volvieron a nadar libremente, las plantas revivieron y los animales recuperaron su vitalidad.
Desde ese día, en el Bosqueluz celebran una fiesta anual en honor al arroyo limpio y sano. Todos los años recuerdan la importancia de proteger el agua y trabajar juntos para evitar su contaminación.
Y así, gracias a la valentía y solidaridad de los habitantes del Bosqueluz, demostraron que cuando nos unimos por una causa noble podemos lograr grandes cambios para salvar nuestro hogar en común: la naturaleza.
FIN.