La Misión de Calmara



En la ciudad de Pequeñopolis, donde los sueños se miden en risas y aventuras, existía un grupo de superhéroes diminutos conocidos como los Super Minis. Eran pequeños, pero tenían grandes corazones y siempre estaban listos para ayudar a quienes lo necesitaban. Un día, mientras volaban por los parques de la ciudad, recibieron un llamado de emergencia de su amiga, la querida profesora Pía.

"¡Super Minis! ¡Necesito su ayuda!" - gritó la profesora desde su aula.

Los Super Minis, siempre valientes, se reunieron de inmediato. Carli, el Mini Volador, con su capa roja, dijo emocionado:

"Vamos, equipo, es hora de actuar. ¿Qué le pasa a la nena?"

tabla a profesora Pía les explicó que una niña llamada Sofía había tenido un mal día. Estaba muy triste y había perdido su risa.

"La última vez que la vi, estaba llorando en el rincón del aula", dijo Pía. "No sé cómo ayudarla".

"¡Yo tengo una idea!" - dijo Titi, la Mini Mago, mientras sacaba su varita multicolor. "Podemos hacerla reír con un truco mágico".

"Buena idea, Titi. Pero primero debemos entender por qué está triste" - agregó Rocco, el Mini Escuchador, que siempre sabía cómo conectar con los demás.

Los Super Minis decidieron acercarse a Sofía antes de intentar cualquier truco. Volaron hacia la escuela y se colaron por la ventana del aula. Sofía estaba sentada sola, con la cabeza entre las manos.

Carli, el Mini Volador, se acercó lentamente:

"Hola, Sofía, somos los Super Minis. ¿Podemos sentarnos contigo?"

Sofía levantó la vista con sorpresa:

"¿Super Minis? ¿De verdad?"

En ese momento, las pequeñas criaturas se alinearon frente a ella, con gestos amistosos y sonrisas animadas.

"Sí, somos nosotros. Estoy Carli, y estos son Titi y Rocco. Sabemos que estás un poco triste" - dijo Carli.

"Es que... perdí mi muñeca favorita y estoy muy triste" - sollozó Sofía.

"Lo entendemos. A veces puede ser muy difícil perder algo que amamos" - respondió Rocco. "¿Podemos ayudarte a encontrarla?"

Los ojos de Sofía brillaron.

"¿De verdad me ayudarían?"

"Claro, está en nuestra naturaleza salvar el día. Pero necesitamos un plan. Primero, cuéntanos dónde la viste por última vez" - dijo Titi, percatándose de que un énfasis mágico podría alegrar el ánimo de Sofía.

Sofía les relató cómo había estado jugando en el parque con su muñeca, disfrutando del calor del sol y de la brisa. Pero al regresar a casa, se dio cuenta de que había dejado la muñeca en un banco. Claro, ya era de tarde y no pudo regresar.

"Podemos ir al parque a buscarla ahora" - sugirió Carli.

Salieron volando del aula y llegaron rápidamente al parque. Sofía miraba con ansiedad, mientras Rocco y Titi empezaron a buscar por los alrededores.

"No está en el banco", dijo Titi.

"Esperen, miren detrás de esos arbustos", apuntó Rocco.

Al acercarse, descubrieron que no solo había un juguete, sino también una hermosa ardillita, aparentemente atrapada en unas ramas.

"Parece que tenemos otra misión

FIN.

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