La Misión de Casa y Martina



Casa era un niño muy curioso y aventurero que amaba explorar el mundo.

Un día, mientras jugaba en la playa con su amiga Martina, vio algo increíble en el horizonte: ¡un avión volando sobre el océano! - ¡Mira, Martina! -exclamó Casa señalando al cielo-. ¿Te imaginas viajar en ese avión? Martina sonrió y le respondió:- Sería genial, pero no creo que podamos hacerlo. Casa no se dio por vencido.

Decidió investigar cómo funcionaban los aviones y cómo podía subirse a uno. Después de mucho leer e investigar, descubrió que había una forma de volar sin tener que pagar un boleto: como voluntario para ayudar a proteger las ballenas.

Así fue como Casa y Martina se embarcaron en una aventura emocionante hacia la costa del Pacífico para trabajar con un grupo de científicos marinos que estudiaban a las ballenas.

Después de unos días trabajando duro, los científicos les dieron una gran noticia:- Chicos, hemos encontrado algo asombroso -dijo uno de ellos-. Hay una manada de ballenas felices nadando cerca de aquí y queremos llevarlos a un lugar más seguro para estudiarlas mejor. Casa y Martina estaban encantados con la idea.

Acompañaron al equipo hasta donde estaban las ballenas y se sorprendieron al ver cuán grandes eran. Pero lo más impresionante fue cuando los científicos les dijeron:- Chicos, necesitamos tu ayuda para convencer a estas ballenas de seguirnos hacia aguas más seguras.

¿Te animas? Casa y Martina no lo pensaron dos veces. Ayudaron a los científicos a crear una especie de camino con sus botes para que las ballenas pudieran seguirlos sin perderse.

Fue un trabajo duro, pero valió la pena: finalmente lograron llevar a las ballenas felices hacia aguas más seguras. - ¡Lo logramos! -exclamó Casa emocionado-.

¿Qué tal si ahora nos damos un paseo en el avión? Martina sonrió y dijo:- Eso suena genial, pero creo que ya hemos tenido suficiente aventura por hoy. Casa asintió, sabiendo que habían hecho algo importante al ayudar a proteger a las ballenas.

Y aunque no habían volado en avión, se sentían igual de emocionados y satisfechos por haber participado en una misión tan importante como esa.

FIN.

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