La misión de la ballena Arcoiris
Había una vez, en un hermoso océano azul, una ballena llamada Arcoiris. Arcoiris era muy especial porque tenía colores brillantes y vibrantes en su piel.
Cada vez que nadaba, dejaba un rastro de colores a su paso, haciendo que el agua se llenara de vida y alegría. Arcoiris vivía feliz en el océano con sus amigos Mar, Flores y Nieve. Mar era una simpática tortuga marina que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.
Flores era un pez payaso muy divertido y Nieve era una adorable foca blanca. Un día soleado, mientras Arcoiris nadaba cerca de la costa, vio algo extraño flotando en el agua. Era una botella con un mensaje dentro.
Curiosa por descubrir qué decía, decidió abrir la botella y leerlo. El mensaje decía: "Querida Ballena Arcoiris, necesito tu ayuda. El océano está triste y oscuro desde hace mucho tiempo. Por favor, ven al rescate".
Arcoiris sabía que no podía ignorar ese llamado de auxilio. Rápidamente reunió a sus amigos Mar, Flores y Nieve para contarles sobre el mensaje misterioso. "¡Amigos! Tenemos una misión importante por delante", dijo emocionada Arcoiris. "¿Qué pasa?", preguntaron sus amigos intrigados.
"Alguien nos necesita para traer luz y alegría al océano", respondió Arcoiris mostrándoles el mensaje. Sin perder tiempo, los cuatro amigos se embarcaron en una aventura hacia lo desconocido. Nadaron durante días hasta llegar a un lugar oscuro y triste.
"¡Oh, qué tristeza! El océano está en un estado lamentable", exclamó Mar con lágrimas en los ojos. "Tenemos que hacer algo para cambiar esto", dijo Flores decidido.
"¡Exacto! Vamos a traer de vuelta la luz y la alegría al océano", agregó Nieve entusiasmada. Los amigos se pusieron manos a la obra. Arcoiris nadaba rápidamente dejando un rastro de colores brillantes por donde pasaba.
Mar, Flores y Nieve se encargaron de limpiar el agua y plantar flores marinas para dar vida al lugar. Poco a poco, el oscuro océano comenzó a transformarse. Los peces empezaron a nadar felices entre los colores brillantes y las flores marinas. La tristeza fue reemplazada por risas y alegría.
La noticia de la increíble transformación del océano llegó hasta tierra firme. Muchos niños curiosos vinieron corriendo para verlo con sus propios ojos. "¡Mira mamá, es una ballena arcoiris!", gritaba emocionado un niño mientras señalaba hacia el horizonte.
"Sí hijo, es gracias a ella que nuestro océano volvió a ser hermoso", respondió su madre con una sonrisa en el rostro. Arcoiris y sus amigos se convirtieron en héroes del océano.
Todos los animales acudían a ellos cuando necesitaban ayuda o simplemente querían pasar un buen rato rodeados de colores y diversión. Desde aquel día, Arcoiris entendió lo importante que era compartir su brillo y alegría con los demás.
Aprendió que, a veces, un pequeño acto de bondad puede tener un impacto enorme en el mundo. Y así, la ballena Arcoiris y sus amigos Mar, Flores y Nieve vivieron felices para siempre, llevando luz y alegría al océano y a todos los corazones que encontraban en su camino.
FIN.