La misión de las estrellas navideñas


Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, tres amigos llamados Martín, Sofía y Lucas. Todos ellos tenían 6 años y estaban muy emocionados porque se acercaba la Navidad.

Un día, mientras jugaban en el parque, encontraron un viejo mapa que parecía llevarlos a un lugar mágico. Los niños sabían que debían seguirlo para descubrir qué aventuras les esperaban. Sin pensarlo dos veces, los tres amigos se pusieron en marcha.

Siguiendo el mapa, llegaron a un hermoso bosque lleno de árboles de Navidad decorados con luces brillantes y coloridas. Era como si hubieran entrado en el mismísimo Belén.

De repente, vieron una luz brillante que provenía del cielo y escucharon una voz suave decir: "¡Hola chicos! Soy Melchor, uno de los Reyes Magos". Los niños no podían creer lo que veían y escuchaban. Estaban fascinados.

Melchor les explicó que habían sido elegidos para ayudar a los Reyes Magos a encontrar el regalo perfecto para Jesús en esta Navidad tan especial. Les dijo que debían pasar por diferentes pruebas antes de llegar al tesoro escondido.

Emocionados por la misión asignada, Martín, Sofía y Lucas siguieron las instrucciones de Melchor y comenzaron su aventura por el bosque mágico. En primer lugar, tuvieron que superar obstáculos como puentes colgantes y ríos congelados. Con ingenio y trabajo en equipo lograron superar cada desafío.

Después de mucho caminar y explorar el bosque, finalmente encontraron una cueva oscura. Dentro de ella, descubrieron un tesoro lleno de juguetes y regalos para los niños de todo el mundo. Pero antes de tomar cualquier cosa, apareció Gaspar, otro de los Reyes Magos.

Les explicó que el verdadero regalo para Jesús no estaba en la cueva, sino en sus corazones. Debían demostrar su generosidad compartiendo juguetes con otros niños menos afortunados.

Los tres amigos entendieron el mensaje y decidieron llevar algunos juguetes a un hogar cercano donde vivían niños sin hogar. Al ver las sonrisas en los rostros de esos pequeños al recibir los regalos, Martín, Sofía y Lucas sintieron una gran alegría en sus corazones.

Al regresar al bosque mágico, fueron recibidos por Baltasar, el tercer Rey Mago. Él les dijo que habían pasado todas las pruebas y ahora eran dignos portadores del verdadero espíritu navideño. Baltasar les entregó cada uno una estrella brillante como símbolo de su valentía y generosidad.

Los niños se despidieron de los Reyes Magos sabiendo que habían cumplido con su misión y aprendido una lección importante sobre la importancia del amor y la amistad durante la Navidad.

Desde aquel día, Martín, Sofía y Lucas siempre recordaron su aventura en el bosque mágico. Cada Navidad compartían su alegría con otros niños necesitados y transmitían ese espíritu especial que habían descubierto gracias a los Reyes Magos.

Y así es como estos tres amigos enseñaron a todos que lo más importante en Navidad no son los regalos materiales, sino el amor y la generosidad que podemos compartir con los demás.

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