La misión de los amigos animales
En lo profundo del bosque, vivían cinco amigos muy especiales: Lila la ardilla, Pancho el mapache, Luna la lechuza, Tito el zorro y Max el oso.
Ellos eran inseparables y siempre se apoyaban unos a otros en todo lo que hacían. Un día, mientras jugaban cerca del río, escucharon un fuerte rugido que provenía de lo más profundo del bosque. - ¡¿Qué fue eso? ! -exclamó Lila con miedo.
- No lo sé, pero suena peligroso -dijo Tito mirando hacia el lugar de donde provenía el sonido. Los amigos decidieron ir juntos a investigar qué estaba pasando. En su camino se encontraron con varios desafíos que solo pudieron superar trabajando en equipo.
Cruzaron un río caudaloso ayudándose mutuamente para no ser arrastrados por la corriente, escalando una empinada montaña donde Luna les iluminaba el camino con sus ojos brillantes y esquivando trampas gracias a la astucia de Tito.
Finalmente, llegaron a un claro del bosque donde vieron a un oso enorme atrapado entre ramas y maleza. Era Rugido, un oso solitario y malhumorado que había caído en una trampa tendida por cazadores furtivos. - ¡Ayúdenme! Por favor -gritó Rugido con angustia.
Los amigos no dudaron ni un segundo en poner manos a la obra para liberarlo.
Max usó su fuerza para apartar las ramas más grandes, Pancho utilizó su destreza para desatar las cuerdas que aprisionaban las patas de Rugido y Luna voló hasta lo alto de los árboles para buscar ayuda adicional. Después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo lograron liberar a Rugido. Este gesto cambió por completo la actitud del oso hacia ellos. - Gracias amigos por salvarme.
Me di cuenta de que estar solo no es bueno cuando tienes amigos como ustedes dispuestos a ayudarte -agradeció Rugido emocionado.
Desde ese día, Rugido se convirtió en parte del grupo de amigos del bosque y juntos vivieron muchas aventuras más donde demostraron una vez más que la amistad y el trabajo en equipo son tan importantes como el sol y el agua para las plantas: imprescindibles para crecer fuertes y felices.
FIN.