La misión de los monstruos

Había una vez en un mundo mágico lleno de monstruos de todos los tamaños y formas.

Estos monstruos vivían en armonía en el Bosque Encantado, un lugar donde los colores brillaban con intensidad gracias a la magia del arco iris que lo rodeaba. Un día, los colores del arco iris comenzaron a desvanecerse lentamente, dejando al Bosque Encantado sumido en la oscuridad.

Los monstruos estaban preocupados, ya que sabían que sin los colores mágicos, su hogar perdería toda su alegría y energía. El líder de los monstruos, el gigante Peludito, convocó a una reunión urgente para encontrar una solución al problema. Todos los monstruos se reunieron alrededor de Peludito, ansiosos por ayudar.

"¿Qué podemos hacer para traer de vuelta los colores del arco iris?", preguntó Peludito con voz grave pero amable.

Uno de los monstruos más pequeños, Lunita la luciérnaga, levantó tímidamente una pata y dijo: "He escuchado que si encontramos las gemas mágicas esparcidas por el bosque podremos devolverle el color al arco iris". Los demás monstruos se miraron emocionados y decidieron embarcarse en esta importante misión.

Cada uno tenía un color asignado para buscar: Roquita el troll buscaría la gema roja, Azulín el dragón buscaría la gema azul, Amarilla la criatura del pantano buscaría la gema amarilla y así sucesivamente. Los monstruos se dispersaron por todo el bosque en busca de las gemas mágicas.

En su camino se enfrentaron a desafíos y obstáculos, pero trabajando juntos lograron superarlos. Finalmente, después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo lograron recolectar todas las gemas mágicas. Con las gemas en sus manos regresaron al centro del Bosque Encantado donde estaba Peludito esperándolos con expectación.

Colocaron cada gema en su lugar correspondiente en el arco iris y ante sus ojos maravillados vieron cómo los colores volvían con más brillo y fuerza que nunca.

El Bosque Encantado volvió a ser un lugar lleno de vida y alegría gracias al esfuerzo conjunto de los valientes monstruos. Desde ese día en adelante aprendieron que trabajando juntos podían superar cualquier desafío que se les presentara.

Y así fue como los monstruos descubrieron no solo la importancia de los colores del arco iris para mantener vivo su hogar, sino también el valor de la amistad y la colaboración mutua. Y juntos vivieron felices por siempre jamás en el Bosque Encantado lleno de magia y color.