La misión de salvar al rey marañón



Un día, Beni y Benja estaban jugando en el parque cuando de repente escucharon un ruido extraño. Se asomaron detrás de los arbustos y vieron a unos seres animals y pequeños que nunca habían visto antes.

"¿Qué son esos?" preguntó Benja. "Son maraños, criaturas mágicas del bosque" respondió su hermano mayor Beni. Los maraños parecían inofensivos, pero de repente comenzaron a corretear hacia ellos. Los niños se asustaron y empezaron a correr para escapar.

Sin embargo, uno de los maraños logró agarrar a Beni por la pierna y lo arrastró hacia una cueva cercana. "¡Ayuda! ¡Benja, ayúdame!" gritó Beni mientras intentaba soltarse. Benja no sabía qué hacer pero no podía dejar a su hermano solo.

Con valentía corrió hacia la cueva donde había desaparecido su hermano.

Cuando llegó adentro se encontró con una sorpresa: los maraños no querían lastimarlos, sino que les pedían ayuda para salvar al rey marañón que había sido secuestrado por un malvado ogro llamado Gorgonzo. Los niños sabían que no podían enfrentarse al ogro solos, así que pidieron ayuda a su mamá Romi la pichona. Ella era súper fuerte y linda como decían todos en el pueblo.

Romi aceptó ayudarlos sin dudarlo ni un segundo. Juntos planearon una estrategia para rescatar al rey marañón. Cuando llegaron al castillo de Gorgonzo, se encontraron con un gran ejército de ogros.

Pero Romi no se dejó intimidar y luchó con fuerza contra ellos. Beni y Benja también ayudaron como pudieron, distrayendo a los ogros para que su mamá pudiera avanzar. Finalmente, lograron llegar hasta el calabozo donde estaba encerrado el rey marañón.

Y gracias a la astucia de los niños, lograron liberarlo sin ser detectados por los guardias. Los maraños estaban agradecidos y felices de tener al rey de vuelta en su trono.

Y Romi estaba orgullosa de sus hijos por haber sido tan valientes en una situación difícil. "¿Ven? Nunca subestimen su propia fuerza y valentía" les dijo Romi mientras abrazaba a sus hijos.

Desde ese día, Beni y Benja aprendieron que no importa cuán pequeños o jóvenes sean, siempre pueden hacer grandes cosas si tienen coraje y determinación. Y así siguieron viviendo aventuras juntos en Escobar junto a sus amigos maraños.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!