La misión de Sofía y el hada salvadora
En un pequeño pueblo rodeado de árboles frondosos y cantos de pájaros, se alzaba una casa de madera muy especial.
Esta casa era diferente a las demás, ya que en su interior vivía una adolescente llamada Sofía, quien siempre había soñado con tener una aventura emocionante. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su hogar, Sofía encontró un hada diminuta atrapada en una telaraña.
Sin dudarlo, la liberó con cuidado y el hada le dijo: "¡Gracias por salvarme! Como recompensa, te concederé un deseo". Sofía emocionada pidió: "Quiero vivir la aventura más grande de mi vida". El hada sonrió y desapareció entre destellos brillantes.
Al regresar a su casa, Sofía se encontró con un hombre mayor parado frente a la puerta. Él le dijo: "Soy el guardián del bosque y he venido a advertirte sobre un peligro inminente.
Una estrella fugaz está cayendo hacia nuestro pueblo y si no logramos detenerla, causará mucha destrucción". Sofía decidió ayudar al guardián del bosque y juntos emprendieron un viaje hacia donde la estrella caería. En el camino se encontraron con criaturas mágicas que les brindaron pistas para llegar hasta ella.
Finalmente, llegaron al lugar justo a tiempo para ver cómo la estrella descendía rápidamente hacia la tierra. Sin pensarlo dos veces, Sofía extendió sus brazos y logró atraparla antes de que tocara el suelo.
La estrella resultó ser una criatura amistosa que les explicó que había caído por accidente y les agradeció por salvarla. A cambio, ofreció cumplir un deseo para cada uno de ellos.
El guardián del bosque pidió paz eterna para el pueblo; el hada deseó poder volar libremente por todo el mundo; Sofía pidió seguir viviendo aventuras inolvidables; y la estrella concedió todos sus deseos con alegría.
Desde ese día en adelante, Sofía siguió explorando nuevos horizontes junto al hada, el guardián del bosque y la estrella que brillaba en lo alto del cielo nocturno como símbolo de su increíble amistad y valentía. Y así, cada noche recordaban aquella vez en que juntos demostraron que los sueños pueden hacerse realidad cuando creemos en nosotros mismos y trabajamos en equipo.
FIN.