La misión del bosque mágico



Había una vez, en un bosque mágico, donde vivían los monstruos más divertidos y amigables que se puedan imaginar. Cada día, los monstruos iban a la escuela para aprender cosas nuevas y hacer amigos.

Un día, llegó un nuevo alumno al bosque llamado Max. Era un pequeño monstruo con tentáculos verdes y ojos grandes como pelotas de tenis. Al principio, Max estaba nervioso por conocer a sus nuevos compañeros de clase.

Pero cuando llegó a la escuela y vio a todos los demás monstruos jugando juntos, se sintió más cómodo. "¡Hola! Soy Max", dijo tímidamente mientras se acercaba al grupo de monstruos que estaban jugando.

"¡Hola Max! Bienvenido a nuestra escuela", respondió uno de los monstruos mientras le ofrecía una pelota para jugar.

Así fue como Max comenzó su aventura en el bosque mágico junto a sus nuevos amigos: Lila, una monsterita rosa con alas; Tomás, un gran ogro verde; Sofi, una serpiente multicolor muy simpática; y Benito, un murciélago amistoso que siempre llevaba consigo su guitarra eléctrica. Los días pasaron rápidamente en la escuela del bosque mágico.

Los alumnos aprendieron sobre el mundo que les rodeaba: cómo crecen las plantas, cómo construir casas con ramas y hojas del bosque e incluso cómo cocinar galletitas de nueces. Pero algo extraño estaba pasando en el bosque. Los árboles comenzaron a perder sus hojas demasiado pronto y algunos animales parecían enfermos.

Los profesores intentaban explicar a los alumnos lo que estaba sucediendo, pero nadie parecía saber la razón. Un día, mientras los monstruos estaban jugando en el bosque, se encontraron con una pequeña criatura verde y espinosa que lloraba desconsolada.

Era un ser mágico llamado Hada de los Bosques y les contó que alguien había estado contaminando las aguas del río cercano al bosque. "¡Eso es terrible!", exclamó Sofi.

"¿Qué podemos hacer para ayudar?""Podemos investigar quién está haciendo esto y detenerlos", dijo Tomás con determinación. Los amigos se pusieron manos a la obra e investigaron por todo el bosque.

Descubrieron que detrás de la contaminación estaba un grupo de humanos irresponsables que arrojaban basura al río sin importarles las consecuencias. Con coraje y astucia, los monstruos lograron detener a los humanos y limpiar el río para salvar a todos sus amigos animales del bosque.

Fue gracias a su amistad y trabajo en equipo que pudieron lograrlo. Desde entonces, Max y sus amigos siguieron aprendiendo cosas nuevas en la escuela del bosque mágico. Pero también aprendieron sobre el valor de cuidar el medio ambiente y trabajar juntos para resolver problemas importantes.

Y así fue como estos monstruos divertidos enseñaron una gran lección sobre la amistad, el respeto por la naturaleza y cómo podemos marcar una diferencia positiva en nuestro mundo si trabajamos juntos.

FIN.

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