La misión del huerto escolar


Había una vez, en el hermoso colegio CEIP Víctor Rodríguez Jiménez, once niños llamados Valentina, Valeria, Óscar, Marcos, Alejandro, Alejandra, Leire, Aleyra, Naomi, Yéssica y Aroa. Estos niños eran muy unidos y siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente.

Un día soleado de primavera, mientras disfrutaban de su recreo en el huerto escolar que habían construido con tanto esfuerzo y amor, algo terrible ocurrió. De repente apareció una bruja malvada llamada Morgana.

La bruja estaba furiosa porque no le gustaba ver a los niños felices jugando y aprendiendo en ese maravilloso lugar. Morgana alzó su varita mágica y lanzó un hechizo poderoso contra el huerto escolar.

Las plantas comenzaron a marchitarse rápidamente y los árboles se doblaron tristemente. Los niños quedaron impactados al ver cómo su querido huerto se deterioraba frente a sus ojos. Valentina fue la primera en reaccionar. Ella era una niña muy valiente y siempre estaba lista para enfrentar cualquier desafío.

Se acercó a Morgana y le preguntó:- ¡Oye bruja malvada! ¿Por qué quieres destruir nuestro huerto? Este lugar nos hace felices y nos enseña sobre la importancia de cuidar la naturaleza.

Morgana soltó una risa siniestra antes de responder:- ¡Niños tontos! No quiero que sean felices ni que aprendan cosas buenas. Mi objetivo es hacerlos infelices para siempre. Los demás niños se acercaron a Valentina y formaron un círculo alrededor de Morgana.

Juntos, decidieron que no dejarían que la bruja malvada arruinara su huerto y sus recreos. Marcos, el niño más ingenioso del grupo, tuvo una gran idea.

Recordó haber leído en un libro sobre plantas mágicas que había una flor especial capaz de contrarrestar cualquier hechizo maligno. Convenció a los demás de ir en busca de esa flor para salvar su huerto. Valeria, Óscar y Alejandro se ofrecieron voluntarios para ir al bosque cercano en busca de la flor mágica.

Aleyra y Naomi se quedaron cuidando el huerto mientras Leire, Yéssica y Aroa investigaban cómo deshacer el hechizo lanzado por Morgana. Después de mucho buscar, Valeria encontró la preciada flor mágica escondida entre las ramas de un árbol antiguo.

Los niños regresaron rápidamente al colegio con la esperanza de revertir el hechizo antes de que fuera demasiado tarde. Leire descubrió que solo podían romper el hechizo si todos los niños juntaban sus manos y enviaban energía positiva hacia las plantas marchitas.

Las once manos se entrelazaron fuertemente mientras concentraban todo su amor y alegría en cada planta del huerto escolar. De repente, una luz brillante envolvió el huerto y las plantas comenzaron a recuperarse rápidamente.

Los árboles volvieron a erguirse orgullosos y las flores florecieron más hermosas que nunca. Morgana, al ver que su hechizo había sido anulado, huyó rápidamente del colegio. Los niños celebraron emocionados y agradecieron por haber salvado su tan amado huerto escolar.

A partir de ese día, los recreos en el CEIP Víctor Rodríguez Jiménez fueron aún más especiales. Los niños aprendieron la importancia de trabajar juntos, cuidar la naturaleza y siempre defender lo que es justo.

Y así, Valentina, Valeria, Óscar, Marcos, Alejandro, Alejandra, Leire, Aleyra, Naomi, Yéssica y Aroa se convirtieron en verdaderos héroes del colegio Benijos. Siempre recordaron aquel día en el que vencieron a la bruja Morgana y demostraron que con valentía y amor pueden superar cualquier obstáculo.

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