La misión del volcán


Había una vez una ballena llamada Berta, un perro llamado Max, un payaso llamado Chispitas y una mesa mágica. Vivían en un pequeño pueblo cerca del mar y eran los mejores amigos.

Un día, mientras jugaban en la playa, la mesa mágica les habló: "¡Amigos! Tengo una misión para ustedes. La tierra está en peligro y necesito su ayuda para salvarla". Los cuatro amigos se miraron sorprendidos y preguntaron a la mesa cómo podían ayudar.

La mesa explicó que había un volcán muy poderoso que estaba a punto de hacer erupción y si eso sucedía, todo el mundo estaría en peligro. Berta, Max y Chispitas estaban decididos a salvar el planeta Tierra.

Juntos se embarcaron en una aventura emocionante hacia el volcán. Caminaron durante días hasta llegar al pie de la montaña humeante. "¡Vamos a necesitar algo especial para detener esta erupción!", exclamó Berta.

Max tuvo una idea brillante: "¡Podemos usar mi cola como tapón para el volcán!". Chispitas sugirió: "Y yo puedo hacer reír al volcán con mis trucos de payaso para distraerlo".

La valiente ballena nadó hasta lo más profundo del océano donde encontró materiales especiales para construir un tapón resistente al calor del volcán. Una vez que estuvieron listos, subieron por las empinadas laderas del volcán. Cuando llegaron a la cima, vieron lava burbujeando y saliendo disparada por todas partes.

Berta colocó el tapón hecho por Max en la boca del volcán y lo empujó con todas sus fuerzas. El tapón se ajustó perfectamente y detuvo la erupción. Chispitas comenzó a hacer sus trucos de payaso más divertidos, haciendo reír al volcán.

La risa del volcán era tan fuerte que las rocas empezaron a temblar y caer. "¡Vamos, amigos! ¡Tenemos que salir de aquí!", gritó Max mientras corrían hacia abajo. Corrieron tan rápido como pudieron mientras la lava caliente los perseguía.

Justo cuando estaban a punto de ser alcanzados, Berta saltó al océano y nadaron lejos del peligro. Cuando finalmente llegaron a salvo a la playa, se dieron cuenta de que habían salvado exitosamente al mundo.

Todos los animales y personas celebraron su valentía y heroísmo. Desde ese día, Berta, Max, Chispitas y la mesa mágica se convirtieron en héroes legendarios en el pueblo. Cada vez que necesitaban ayuda o había un problema grande, sabían que podían contar con ellos para resolverlo.

Y así vivieron felices para siempre, recordando siempre que juntos pueden lograr cosas maravillosas si trabajan en equipo y utilizan sus talentos únicos para hacer el bien en el mundo.

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