La Misión Estelar de Lunita y Cosmín
Había una vez en un planeta muy lejano llamado Estrellita, donde todos los habitantes eran pequeñas criaturas de colores brillantes y ojos curiosos.
En este planeta vivía Lunita, una niña estelar con el cabello del color de la luna llena y una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor. Un día, mientras jugaba en el jardín de cristales de su casa, Lunita vio algo extraño en el cielo. Era un ovni que descendía lentamente hacia Estrellita.
La niña se acercó con cautela y vio salir a un alienígena diminuto y simpático. - ¡Hola! Soy Cosmín, vengo desde el planeta Curioso para explorar nuevos lugares - dijo el extraterrestre con entusiasmo.
Lunita, emocionada por conocer a alguien tan especial, invitó a Cosmín a recorrer juntos su planeta. Descubrieron cascadas de polvo de estrellas, cuevas brillantes donde habitaban seres luminosos y montañas flotantes que desafiaban la gravedad.
- ¡Esto es increíble! Nunca había visto nada igual en mi planeta - exclamó Cosmín maravillado. Pero cuando estaban disfrutando de un hermoso atardecer estelar, escucharon un estruendo proveniente del volcán Dormilón. El volcán estaba entrando en erupción y amenazaba con destruir parte de Estrellita.
Sin pensarlo dos veces, Lunita y Cosmín idearon un plan para salvar a su hogar. Usando la nave espacial de Cosmín como escudo protector, lograron desviar la lava ardiente lejos del pueblo y apaciguar al volcán Dormilón.
Los habitantes de Estrellita salieron a celebrar junto a Lunita y Cosmín, quienes se convirtieron en héroes intergalácticos. Desde ese día, cada vez que miraban las estrellas en el cielo nocturno recordaban la valentía y amistad que los unió para proteger su hogar.
Y así, entre risas cósmicas y abrazos llenos de luz, Lunita y Cosmín demostraron que no importa cuán grandes sean los desafíos si se enfrentan juntos con amor y valentía. Y colorín colorado este cuento espacial ha terminado.
FIN.