La mochila perdida


Ramiro era un niño muy distraído y siempre estaba perdiendo algo.

Un día, salió de su casa con su mochila para ir a la escuela, pero al llegar se dio cuenta de que había perdido su mochila en el camino. - ¡Ay no! ¿Dónde estará mi mochila? -se lamentaba Ramiro. Sus amigos intentaron ayudarlo buscando por todos lados, pero no lograron encontrarla. Ramiro estaba muy triste porque en su mochila llevaba todas sus cosas importantes para la escuela.

Pero entonces, apareció un señor mayor que le preguntó qué pasaba y Ramiro le explicó lo que había pasado. El señor le dijo:- No te preocupes, seguro que alguien encontrará tu mochila y te la devolverá.

Ramiro asintió con tristeza y se fue a clase sin su material escolar. Durante toda la mañana no pudo concentrarse pensando en su mochila perdida.

Al salir del colegio, se topó con una sorpresa inesperada: ¡su maestra tenía su mochila! - ¡Maestra! ¿Cómo consiguió mi mochila? La maestra le contó que ella había encontrado la mochila tirada en el parque cerca de la escuela y decidió llevarla consigo hasta encontrar al dueño.

Ramiro estaba tan contento que no sabía cómo expresarle las gracias a su maestra. Desde ese día, Ramiro aprendió una valiosa lección: ser más cuidadoso con sus cosas y valorarlas más para evitar perderlas.

También aprendió a tener fe en los demás, ya que alguien encontró su mochila y decidió devolverla. Además, Ramiro se dio cuenta de que siempre hay alguien dispuesto a ayudar cuando uno lo necesita. Y eso es algo que no tiene precio.

Desde ese día, Ramiro llevaba su mochila bien agarrada y nunca la volvió a perder.

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