La moneda de la solidaridad

En un pueblo muy chiquito, con calles de adoquines, vivían unos niños scouts, llenos de corazones nobles y resplandecientes.

Su misión era clara, salvar el comercio local, fomentando el consumo de productos regionales, ¡qué tarea genial! Un día, al explorar el bosque en busca de aventuras, encontraron una moneda mágica entre las hojas puras. Al sostenerla en sus manos, brillaba con intensidad, y les susurraba secretos de solidaridad.

"¡Qué maravilla es esta moneda tan especial! Podemos usar su magia para ayudar a nuestro lugar!"Así decidió el grupo de valientes pequeñoshacer uso del poder que tenían en sus dedos. Con la moneda mágica en mano, visitaron la panadería, compraron dulces y facturas con mucha alegría.

El dueño sorprendido les contó su situación, el negocio estaba mal y temía su clausura sin razón. "No te preocupes buen hombre", dijo uno de los scouts con firmeza,"con nuestra moneda mágica salvaremos tu empresa.

"Y así lo hicieron, comprando todo lo que pudieron llevar, apoyando al comerciante y viéndolo sonreír al finalizar. Luego fueron a la juguetería del señor Martín, que tenía juegos únicos hechos con mucho cariño hasta el confín. Con la moneda mágica pagaron por juguetes para regalara los niños del hospital que necesitaban alegría sin cesar.

Cada día los scouts usaban su moneda encantadapara salvar un comercio local o hacer una buena obra esperada. El pueblo se transformó en un lugar lleno de amor y amistad, todo gracias a estos niños que actuaban con bondad.

Al final, la magia no solo estaba en la moneda brillante, sino en los corazones puros de estos pequeños gigantes. Y así aprendieron todos que apoyando lo localse puede cambiar el mundo con un acto tan simple y real.