La montaña de la amistad



Salti saltaba de un lado a otro, emocionado por lo que podría encontrar en su aventura. Mientras exploraba el bosque, se encontró con sus amigos, el ratón Remy y la ardilla Lola.

"¡Hola Salti! ¿Qué estás haciendo?", preguntó Remy curioso. "¡Hola amigos! Estoy buscando algo emocionante para hacer hoy", respondió Salti emocionado. Lola miró a su alrededor y vio una hermosa montaña en la distancia.

"¿Qué tal si escalamos esa montaña? Seguro que desde allí arriba podemos ver cosas increíbles", sugirió Lola con entusiasmo. Salti asintió emocionado. Los tres amigos comenzaron a subir la montaña, saltando de roca en roca y riendo mientras disfrutaban del paisaje.

Pero a medida que subían más alto, el camino se volvía cada vez más empinado y difícil. "Uff... esta montaña es más alta de lo que pensé", dijo Salti jadeando mientras tomaba un respiro. Remy le dio una palmada en la espalda para animarlo.

"No te preocupes, Salti. Juntos podemos superar cualquier desafío". Con sus ánimos renovados, los amigos continuaron escalando hasta llegar a la cima de la montaña.

Desde allí pudieron ver todo el bosque extendido ante ellos: los ríos brillantes, las praderas verdes y hasta una cueva misteriosa al otro lado del valle. "¡Guau! Esto es increíble", exclamó Salti maravillado.

Lola sonrió orgullosa y dijo:"Verás, Salti, a veces los desafíos pueden parecer difíciles al principio, pero si perseveramos y trabajamos juntos, podemos lograr cosas maravillosas". Salti asintió con una sonrisa en su rostro. Estaba aprendiendo una valiosa lección sobre la importancia de la amistad y la determinación. "Gracias por esta aventura increíble, amigos.

Ahora sé que no hay límites para lo que puedo lograr", dijo Salti emocionado. Los tres amigos regresaron al bosque llenos de energía y entusiasmo. A partir de ese día, Salti se convirtió en un conejito aún más valiente y decidido.

Siempre estaba dispuesto a enfrentar nuevos desafíos y ayudar a sus amigos en todas las aventuras que emprendían juntos.

Y así, Salti vivió feliz en el hermoso bosque rodeado de amor y amistad, recordando siempre que "con determinación y buenos amigos, no hay montaña demasiado alta".

FIN.

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