La montaña de nieve y las luces brillantes


Había una vez en un pequeño pueblo llamado "Sol niños helados", donde todos los niños tenían que caminar largas distancias para llegar a la escuela.

Los padres de estos niños trabajaban muy duro y no podían permitirse comprarles abrigos nuevos, por lo que sus hijos llegaban a la escuela congelados y temblando. Un día, la maestra de la escuela decidió hacer algo al respecto.

Ella reunió a los padres de los niños y les propuso una idea: "¿Qué tal si hacemos una campaña para recolectar ropa de invierno usada? Así podríamos ayudar a mantener calientes a nuestros niños". Los padres estuvieron encantados con la idea y comenzaron a trabajar juntos para recolectar ropa.

La comunidad se unió también y pronto tuvieron suficientes abrigos, guantes, bufandas y gorros para cada niño en la escuela. Los niños estaban felices al recibir su nueva ropa de invierno. Ahora podían ir a la escuela sin sentir frío ni dolor.

Pero esto fue solo el comienzo.

Una mañana, mientras caminaban hacia la escuela, los niños vieron algo extraño en el camino: ¡un montón de nieve bloqueaba el camino hacia su destino!"¡Oh no! ¿Cómo vamos a llegar ahora?", dijo uno de los niños preocupado. La maestra sonrió tranquilamente y dijo: "No se preocupen chicos, podemos hacerlo juntos". Con eso, ella sacó palas y comenzaron todos juntos a quitar la nieve del camino hacia la escuela.

Fue difícil pero divertido trabajar todos juntos como equipo. Finalmente, llegaron a la escuela y se encontraron con una sorpresa. La escuela estaba decorada con luces y adornos navideños, y había un gran árbol de Navidad en el centro del patio.

"¡Qué hermoso!", exclamó uno de los niños. "Pero, ¿quién hizo todo esto?". La maestra sonrió y dijo: "Lo hicimos juntos, chicos.

Es nuestra manera de celebrar las fiestas y demostrar lo mucho que nos importamos unos a otros". Y así, gracias al trabajo en equipo, la solidaridad y el amor entre todos los miembros de la comunidad, Sol niños helados pudo disfrutar de unas felices fiestas llenas de calor humano.

Desde ese día en adelante, los padres se comprometieron a trabajar juntos para mantener cálido e iluminado su pequeño pueblo durante todo el invierno. Y los niños aprendieron una valiosa lección sobre la importancia del trabajo en equipo y la ayuda mutua.

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