La mosca aventurera y el perrito Toby



Era un hermoso día de sol en el parque de la ciudad. Los niños jugaban, las flores brillaban y, entre todo este bullicio, un pequeño perrito llamado Toby se encontraba echado bajo la sombra de un árbol, disfrutando del viento suave que le acariciaba el pelaje. Toby era un perrito amistoso y curioso, que siempre quería explorar nuevas cosas.

De repente, una mosca, a la que llamaremos Lila, comenzó a volar alrededor de Toby. Era una mosca juguetona, llena de energía y siempre en busca de nuevas aventuras.

"¡Hola, perrito!", zumbó Lila, aterrizando suavemente sobre la nariz de Toby.

"¡Hola!", respondió Toby con un suave movimiento de su cabeza. "¿Qué haces por aquí, volando tan feliz?"

"Estoy buscando algo emocionante para hacer. ¡La vida es corta y hay tanto por descubrir!", dijo Lila emocionada.

Toby, que siempre había soñado con vivir aventuras, sintió que la idea de Lila le encajaba perfecto.

"¿Te gustaría que fuéramos a explorar juntos?", preguntó Toby moviendo su cola.

"¡Sí! ¡Eso sería genial!", exclamó Lila, dando vueltas en el aire.

Ambos amigos, Toby y Lila, comenzaron su aventura. Primero, se dirigieron al estanque del parque. Allí, Lila voló más alto para ver a los patitos nadar mientras Toby se acercó a la orilla.

"¡Mirá cómo nadan! A mí me gustaría tener una patita así de ágil", dijo Toby, observando fascinado a los patitos.

"No necesitas ser un pato para ser ágil, Toby. Cada uno tiene sus propias habilidades", le respondió Lila, mientras hacía piruetas en el aire.

Toby se sintió un poco triste, pues a veces pensaba que no podía hacer nada loco como saltar por el aire. Pero Lila lo animó rápidamente.

"¡Vamos a probar algo! ¿Qué te parece una carrera? Aunque yo puedo volar, tú puedes correr muy rápido en el suelo", propuso Lila.

"¡Eso suena divertido!", respondió Toby, emocionado.

Así que se alinearon juntos y al sonido de un "¡Ya!", Lila despegó en el aire y Toby salió corriendo a toda velocidad. Lila giraba en círculos, observando como Toby corría feliz.

Al final de la carrera, Toby se sentía orgulloso de haber alcanzado su meta, y Lila le aplaudió con su zumbido alegre.

"¡Felicidades, amigo! Eres el perrito más rápido que he conocido!", le dijo Lila, mientras se posaba en su cabeza.

"Y vos, la mosca más divertida del parque!", le respondió Toby riendo.

Después de la carrera, decidieron visitar el jardín donde crecían muchas flores coloridas. Allí, Lila les mostró a Toby cómo volar de flor en flor mientras el perrito se quedó maravillado.

"¡Quiero probar eso!", dijo Toby, mirando las flores.

"No puedes volar, pero puedes acercarte, olerlas y disfrutar de su belleza".

Dicho esto, Lila guió a Toby y le enseñó cómo disfrutar de la fragancia de cada flor.

De repente, Lila notó algo extraño.

"¡Oh no!", gritó Lila mientras volaba hacia atrás, "un grupo de niños viene con su globo. ¡Tienes que moverte, Toby!"

"¿Qué pasa con el globo?", preguntó Toby confundido.

"Si se escapa, ¡se irá volando lejos!"

Sin pensarlo dos veces, Toby corrió hacia el grupo de niños y comenzó a ladrar.

"¡Esperen!", ladró Toby con todas sus fuerzas.

"¿Qué pasa, perrito?", preguntó uno de los nenes, sorprendido.

"¡El globo! ¡No lo dejen ir!", ladró Toby.

Los niños, al ver la preocupación de Toby, se dieron cuenta de que el globo estaba muy alto y uno de ellos, más atrevido, con una buena impulsión pudo conseguirlo justo a tiempo.

"¡Lo conseguimos!", gritaron los niños con alegría y lo abrazaron.

"¡Gracias, Toby! Eres nuestro héroe!", decía el más pequeño antes de darle una caricia en la cabeza.

Lila observaba desde arriba, orgullosa de su amigo.

"¡Ves, Toby! Eres especial a tu manera. Puede que no vueles, pero siempre puedes hacer grandes cosas con tu valentía y amistad!"

"¡Tienes razón, Lila!", respondió Toby.

Ese día, Toby aprendió que, aunque no pudiera volar, siempre podía encontrar maneras de brillar con sus propias habilidades.

Y así, entre juegos y risas, Toby y Lila siguieron viviendo aventuras juntos, conscientes de que cada uno tenía su propia magia y que la alegría estaba en disfrutar cada momento.

FIN.

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