La mosca y el delfín

En lo más profundo del océano, vivía un delfín llamado Delfi, quien siempre se preguntaba por qué era un delfín mientras veía a las aves volar sobre el mar. Mientras tanto, en un pequeño rincón del bosque, una mosca llamada Mosi miraba a los animales correr y saltar, preguntándose por qué ella era tan pequeña y otros tan grandes. Un día, Delfi decidió nadar hacia la superficie y conocer tierra firme, mientras que Mosi emprendió un viaje volando sobre el mar para descubrir nuevos horizontes.

Al llegar a la superficie, Delfi quedó impresionado al ver la diversidad de animales y plantas en la tierra. Mientras tanto, Mosi admiraba la inmensidad del océano y la belleza de las olas. Delfi se acercó a Mosi con curiosidad, y la mosca respondió alegremente: 'Hola, soy Mosi, ¿por qué eres tan grande y yo tan pequeña?'. Delfi sonrió y le dijo: 'Hola, soy Delfi, y siempre me he preguntado por qué no puedo volar como tú'. Juntos, decidieron explorar sus diferencias y buscar respuestas.

Caminaron por la playa, conversando sobre lo maravilloso que sería volar sobre el mar y nadar en el océano. De repente, escucharon a una ballena cantar y vieron a un águila planeando en el cielo. Admirados, se dieron cuenta de que cada ser viviente tiene habilidades únicas y hermosas. Delfi y Mosi aprendieron a apreciar y celebrar sus diferencias, comprendiendo que cada uno pertenecía a su propio mundo y que juntos podían aprender y crecer.

Finalmente, regresaron a sus hogares con el corazón lleno de alegría y sabiduría. Delfi agradeció a Mosi por abrir sus ojos a un mundo nuevo, y Mosi agradeció a Delfi por enseñarle a amar su propia naturaleza. Desde entonces, la mosca y el delfín se convirtieron en grandes amigos, compartiendo historias de sus aventuras y recordando que, aunque distintos, eran más especiales juntos.

Y así, Delfi y Mosi demostraron que las diferencias no deben ser obstáculos, sino razones para aprender, crecer y disfrutar de la maravillosa diversidad del mundo.