La moto de mis sueños



Había una vez un niño llamado Danil, a quien le encantaban las motos. Desde muy pequeño, soñaba con tener su propia moto para poder recorrer los caminos y sentir la emoción del viento en su rostro.

Danil vivía en un pequeño pueblo, donde todos se conocían y se ayudaban mutuamente. Sin embargo, en ese lugar no había tiendas de motos ni tampoco muchas oportunidades para conseguir una.

A pesar de eso, Danil nunca perdió la esperanza y siempre buscaba la manera de acercarse a su sueño. Un día, mientras paseaba por el mercado del pueblo, Danil vio un cartel que llamó su atención: "Se busca aprendiz de mecánico".

Sin perder tiempo, corrió hacia el lugar indicado y se encontró con Pedro, el dueño del taller de motos más famoso del pueblo. "Hola Pedro ¿estás buscando un aprendiz?" - preguntó Danil emocionado.

Pedro lo miró sorprendido pero al ver la determinación en los ojos del niño decidió darle una oportunidad. "Está bien Danil, te enseñaré todo sobre las motos pero debes prometerme que serás responsable y dedicado". El corazón de Danil saltaba de alegría al escuchar esas palabras.

Finalmente tendría la oportunidad de estar cerca de las motos que tanto amaba. Los días pasaron y Danil demostró ser un excelente aprendiz. Aprendió sobre motores, frenos y todas las partes necesarias para hacer funcionar una moto correctamente.

Cada día llegaba temprano al taller y se quedaba hasta tarde practicando sus habilidades. Un día, mientras Danil estaba trabajando en una moto vieja que había llegado al taller, encontró un papel doblado debajo del asiento.

Lo abrió y se sorprendió al leer las palabras escritas: "Sigue buscando, tu sueño está más cerca de lo que crees". Intrigado por el mensaje, Danil decidió seguir el consejo y no rendirse. Siguió trabajando duro y aprendiendo todo lo posible sobre las motos.

Un mes después, Pedro recibió una llamada de un hombre que necesitaba reparar su moto de carreras antes de una importante competencia. Pedro sabía que era un trabajo complicado y decidió darle la oportunidad a Danil de hacerlo.

"Danil, tienes la oportunidad de demostrar tus habilidades en esta moto especial. Si logras repararla a tiempo para la competencia, te prometo que recibirás algo muy especial". Danil aceptó el desafío con entusiasmo y se puso manos a la obra.

Trabajó día y noche sin descanso hasta que finalmente logró terminar la reparación justo a tiempo para la carrera. El día de la competencia, Danil esperaba ansioso junto a Pedro mientras veían cómo el piloto subía a la moto.

Todos estaban expectantes por ver si las habilidades del niño habían sido suficientes para dejarla en perfectas condiciones. La bandera se bajó y el piloto aceleró hacia adelante. La moto respondió perfectamente y todos quedaron impresionados con el trabajo realizado por Danil.

Al finalizar la carrera, el piloto se acercó emocionado hacia Danil:"¡Gracias! Gracias por haberme dado una moto tan increíble. Nunca había sentido una conexión tan especial con una moto antes". Danil sonrió y miró a Pedro, quien también estaba emocionado.

"Danil, has demostrado ser un verdadero experto en motos. Como prometí, recibirás algo muy especial", dijo Pedro mientras sacaba una pequeña caja de su bolsillo.

Al abrir la caja, Danil no podía creer lo que veían sus ojos: ¡era la llave de su propia moto! Una hermosa moto roja brillante esperaba por él en el taller. Todos celebraron y felicitaron a Danil por su dedicación y esfuerzo.

Desde ese día, Danil recorrió los caminos del pueblo en su propia moto, compartiendo su pasión con todos aquellos que soñaban con tener una. Y así, Danil aprendió que cuando se persigue un sueño con determinación y se trabaja duro para alcanzarlo, las oportunidades aparecen en el momento adecuado.

FIN.

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