La moto perdida


Había una vez en la selva un grupo muy peculiar de amigos: Tatiana, la tortuga tranquila y tuerta, y los tres tigres traviesos Tito, Tomas y Toto.

A pesar de sus diferencias, eran inseparables y les encantaba pasar tiempo juntos. Un día, mientras paseaban por el bosque, Tatiana vio a lo lejos algo brillante entre los árboles. Se acercó curiosa y descubrió que era una moto brillante y reluciente. Los tigres no podían creerlo.

Nunca habían visto una moto antes y estaban emocionados por probarla. - ¡Qué maravilla! ¡Podremos recorrer la selva mucho más rápido ahora! - exclamó Tito emocionado. - Sí, pero debemos tener cuidado.

La velocidad puede ser peligrosa si no estamos atentos - advirtió Tatiana con calma. Los tigres subieron a la moto con entusiasmo mientras Tatiana se sentaba en el asiento trasero. Arrancaron a toda velocidad por el bosque, sintiendo el viento en sus rostros y riendo a carcajadas.

De repente, Toto divisó un campo lleno de trigo dorado y tomates jugosos. El hambre los invadió al instante. - ¡Vamos a comer trigo y tomates frescos! - propuso Tomas sin poder resistirse a la tentación.

Bajaron de la moto y se dispusieron a disfrutar de un delicioso banquete campestre. Sin embargo, cuando terminaron de comer, se dieron cuenta de que habían perdido la pista de la moto brillante.

- Oh no, ¿dónde está nuestra preciada moto? - lamentó Tito preocupado. - Tranquilos amigos, seguro que podemos encontrarla si trabajamos juntos - dijo Tatiana con optimismo. Decidieron dividirse para buscar en diferentes direcciones.

Después de un rato buscando entre los árboles y arbustos, finalmente escucharon el sonido del motor cerca de un río cercano. Corrieron hacia allí emocionados y encontraron la moto atrapada en medio del fango espeso.

- ¡Por suerte te encontramos! Pero ahora debemos sacarte de aquí antes de que te dañes demasiado - dijo Tatiana pensativa. Con esfuerzo conjunto lograron sacar la moto del fango y limpiarla cuidadosamente. Aunque estaba un poco sucia, seguía siendo tan reluciente como siempre.

Los amigos subieron a bordo nuevamente con una lección aprendida: trabajar en equipo es fundamental para superar cualquier obstáculo que se presente en el camino.

Desde ese día en adelante, Tatiana, los tres tigres Tito, Tomas, Toto montaban su amada moto con mayor precaución pero con igual alegría por los caminos selváticos; recordando siempre que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su divertida amistad.

Dirección del Cuentito copiada!