La muñeca encantada

Había una vez, en una pequeña casa medio abandonada en 1940, vivía una mamá y su hija. Eran tiempos difíciles, pero siempre encontraban la manera de mantenerse alegres y unidas.

Un día, mientras exploraban el ático de la casa, encontraron una vieja caja llena de juguetes antiguos. La hija se emocionó al ver una muñeca hermosa con vestido de porcelana.

Sin embargo, algo parecía extraño en esa muñeca; tenía ojos que parecían seguirte a donde quiera que fueras. La mamá y la hija decidieron llevar la muñeca al salón principal para jugar con ella. Pero cuando llegaron allí, notaron que la muñeca no estaba en sus manos.

Miraron a su alrededor y se dieron cuenta de que la muñeca las estaba persiguiendo por toda la casa. Asustadas, madre e hija comenzaron a correr buscando un lugar donde esconderse. Pero cada vez que pensaban haber encontrado uno seguro, la muñeca aparecía nuevamente.

Finalmente, llegaron a un cuarto oscuro en el sótano de la casa. Se encerraron dentro y trataron de pensar en cómo escapar del terrorífico juego de persecución. Fue entonces cuando escucharon voces desde afuera del cuarto.

"¡Rápido! ¡Vamos hacia aquí!"- dijo una voz masculina. Sin pensarlo dos veces, madre e hija abrieron rápidamente la puerta del cuarto oscuro y vieron a tres hombres uniformados parados frente a ellas. "¿Quiénes son ustedes?"- preguntó la mamá con nerviosismo.

"Somos soldados, estamos aquí para ayudar"- respondió uno de los hombres. Los soldados explicaron que estaban buscando un escondite seguro en la zona y habían escuchado rumores sobre esta casa abandonada.

Al ver a la muñeca persiguiendo a madre e hija, se dieron cuenta de que algo sobrenatural estaba sucediendo. Juntos, idearon un plan para deshacerse de la muñeca. Los soldados rodearon a la muñeca mientras madre e hija corrían hacia una habitación segura.

Cuando todos estuvieron listos, uno de los soldados tomó la muñeca y la lanzó al fuego del hogar. La muñeca comenzó a arder lentamente hasta convertirse en cenizas. Madre e hija respiraron aliviadas al ver cómo el terror había desaparecido.

Los soldados les explicaron que esa muñeca era conocida como "La Muñeca Maldita" y se decía que traía mala suerte a aquellos que osaran jugar con ella. Afortunadamente, los valientes soldados lograron liberarlas del hechizo maligno de la muñeca.

Madre e hija les agradecieron profundamente por su ayuda y prometieron nunca olvidar el coraje que mostraron ante el peligro.

Después de ese día, las tres familias se hicieron amigas cercanas y siempre recordaban esa aventura como un momento en el que superaron sus miedos juntas. A partir de entonces, madre e hija aprendieron que no importaba cuán grande o aterrador pudiera parecer algo, siempre había una manera de enfrentarlo y superarlo.

Y así, con valentía y apoyo mutuo, continuaron viviendo su vida llena de amor y aventuras en esa pequeña casa medio abandonada en 1940.