La música que cambió el mundo



Había una vez, en un mundo lejano, donde la destrucción, el hambre y el dolor eran moneda corriente. Los habitantes de ese lugar estaban desilusionados y tristes porque no veían ninguna posibilidad de cambio.

Un día, llegó a esa tierra un músico llamado Mateo. Él era conocido por su habilidad para tocar todos los instrumentos que se le pusieran delante. Cuando escucharon sus melodías, los habitantes empezaron a sentir una chispa de esperanza en sus corazones.

Mateo decidió recorrer el mundo llevando su música a todas las personas que pudiera encontrar.

En su camino encontró a tres amigos: Luna, Sol y Estrella; ellos también estaban cansados de vivir en un mundo lleno de tristeza y decidieron acompañarlo en su aventura. El primer pueblo al que llegaron estaba lleno de escombros y ruinas debido a la constante guerra que habían tenido con otros pueblos vecinos.

Los habitantes estaban muy tristes porque habían perdido todo lo que tenían. "Hola amigos", dijo Mateo al llegar al pueblo "¿Cómo están?""Estamos muy mal", respondió uno de los habitantes "No tenemos nada, ni siquiera comida".

"Bueno, yo les puedo ofrecer algo mejor que comida", dijo Mateo mientras sacaba su guitarra "Les voy a regalar mi música". Y así comenzó Mateo a tocar una hermosa canción. La gente del pueblo se acercó poco a poco para escucharlo y pronto empezaron a cantar todos juntos.

La música logró alejar momentáneamente la tristeza y la desesperanza. Después de ese primer pueblo, Mateo, Luna, Sol y Estrella siguieron recorriendo el mundo llevando su música a todos los lugares que encontraban.

En cada lugar que llegaban, las personas se unían para cantar y bailar juntas. Poco a poco, la música fue logrando cambiar el ánimo de las personas. Los habitantes comenzaron a trabajar juntos para reconstruir sus pueblos y cultivar alimentos para poder alimentarse.

Un día llegaron a un lugar donde había una gran sequía. La gente estaba muy triste porque no tenían agua para beber ni para regar sus cultivos.

Pero Mateo tenía una idea: construir un sistema de riego utilizando botellas de plástico vacías. "¿Cómo podemos hacer eso?", preguntó uno de los habitantes. —"Miren" , dijo Mateo mientras tomaba una botella "Vamos a cortarla en dos partes.

Luego vamos a enterrar la parte inferior con la boca hacia abajo cerca del cultivo y llenaremos la parte superior con agua". Y así fue como trabajaron todos juntos durante varios días hasta lograr construir el sistema de riego con botellas que permitió recuperar los cultivos del lugar.

Gracias al esfuerzo conjunto y la inspiración que les dio la música, los habitantes lograron transformar su mundo en un lugar mejor.

Y aunque todavía había dolor y dificultades por delante, sabían que podían superarlas si seguían trabajando juntos y manteniendo viva esa chispa de esperanza que les había dado Mateo con su música. Fin.

FIN.

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