La nave de la amistad



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Emma. Emma era muy amigable y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.

Tenía una mejor amiga llamada Umma, quien era muy creativa y siempre tenía ideas innovadoras. Un día, mientras caminaban por el campo, Emma y Umma encontraron a un niño llamado Pedro. Pedro era hermoso y tenía unos ojos grandes y brillantes que reflejaban la luz del sol.

Sin embargo, algo extraño pasaba con Pedro: parecía estar triste todo el tiempo. Emma y Umma se acercaron a él para preguntarle qué le sucedía. "Estoy triste porque no tengo amigos", respondió Pedro con voz baja.

"¿Quieres ser nuestro amigo?", preguntó Emma con entusiasmo. Pedro sonrió tímidamente y asintió con la cabeza. Así comenzó la amistad entre los tres niños. Juntos exploraron el campo, jugaron juegos divertidos e inventaron historias emocionantes.

Pero aún así, había algo que seguía preocupando a Pedro. Un día, mientras miraban las estrellas en el cielo nocturno, Pedro les contó sobre su sueño de ir a la luna algún día. "Pero sé que nunca podré ir allí", dijo desanimado.

Umma tuvo una idea brillante: "¡Podemos construir nuestra propia nave espacial!"Los tres amigos trabajaron juntos para construir su propia nave espacial usando materiales reciclados del campo. Fue un trabajo duro pero valió la pena cuando finalmente terminaron su creación.

Subieron a bordo de la nave espacial improvisada y despegaron hacia la luna. Cuando llegaron a la luna, se encontraron con un pequeño extraterrestre llamado Jesús. Jesús era muy amigable y les mostró alrededor de su hogar en la luna.

Mientras exploraban, se dieron cuenta de que Pedro estaba sonriendo y riendo más que nunca antes. Había encontrado amigos verdaderos que lo aceptaban por quien era. Finalmente, regresaron a casa después de una emocionante aventura en el espacio.

Emma, Umma y Pedro prometieron ser amigos para siempre y continuar explorando juntos. La moraleja de esta historia es que no importa cuánto te sientas solo o diferente, siempre hay alguien ahí fuera que te aceptará por quien eres.

Además, trabajar juntos hacia un objetivo común puede llevar a grandes aventuras e incluso hacer realidad tus sueños más grandes.

FIN.

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