La Navidad de los juguetes olvidados


En CADI, un centro de actividades infantiles ubicado en el corazón de la ciudad, todos los niños y niñas están emocionados porque se acerca la Navidad.

Las paredes del lugar están decoradas con luces brillantes, guirnaldas coloridas y árboles llenos de adornos. Los pequeños han estado trabajando arduamente durante semanas para preparar una presentación especial para celebrar las fiestas. Han practicado bailables alegres y ensayado villancicos tradicionales.

El día del evento está cada vez más cerca y la emoción no puede ser contenida. Amanda, una niña de cinco años con cabello rizado y ojos chispeantes, es una de las más ansiosas por mostrar su talento en el escenario.

Ella ha practicado incansablemente su baile favorito: "El Cascanueces". Su mamá le ha cosido un traje especial que brilla como las estrellas en el cielo nocturno.

Un día antes del gran evento, mientras todos los niños están ocupados ensayando sus actuaciones finales, Amanda descubre algo inesperado en uno de los salones vacíos. Escondido detrás de un armario viejo encuentra un montón de juguetes olvidados. Amanda se acerca cautelosamente al montón de juguetes abandonados y comienza a examinarlos uno por uno.

Hay muñecas desgastadas, carritos sin ruedas e incluso algunos rompecabezas incompletos. A medida que mira cada juguete con atención, siente una profunda tristeza en su corazón.

Decidida a hacer algo para ayudar a esos juguetes olvidados, Amanda corre a buscar a sus amigos del CADI. Les cuenta sobre su descubrimiento y les propone una idea maravillosa: "¿Qué tal si recolectamos juguetes para regalarlos a niños que no tienen ninguno? Sería una forma hermosa de compartir la alegría de la Navidad".

Todos los niños y niñas están entusiasmados con la idea y deciden hablar con sus padres para pedirles ayuda. Juntos, organizan una campaña de recolección de juguetes en el CADI.

El día del evento llega finalmente, y el salón principal está lleno de familiares emocionados esperando ver las actuaciones navideñas de los pequeños talentos. Pero antes de comenzar, Amanda sube al escenario con un micrófono en mano.

"¡Buenas tardes a todos! Queremos compartir con ustedes algo muy especial que hemos preparado", anuncia Amanda con entusiasmo-. "Antes de empezar nuestras presentaciones, queremos mostrarles algo aún más importante. Hemos recolectado juguetes para regalar a niños que no tienen ninguno.

La Navidad es un momento mágico para dar y recibir amor, así que decidimos hacer nuestra parte". Los padres miran orgullosos mientras los niños van uno por uno llevando los juguetes al frente del escenario. El montón crece rápidamente hasta formar una montaña colorida llena de sonrisas.

Después de las presentaciones navideñas, cada niño recibe un pequeño obsequio como muestra de gratitud por su generosidad. Los rostros se iluminan aún más cuando descubren que dentro hay una tarjeta hecha a mano por los niños agradeciéndoles por su apoyo.

La Navidad en CADI se convierte en una experiencia inolvidable. Los niños aprenden que el verdadero espíritu navideño se trata de compartir, dar y hacer felices a los demás.

A partir de ese día, todos prometen seguir ayudando a quienes más lo necesitan, no solo durante las fiestas, sino todo el año.

Y así, mientras la noche cae sobre CADI y las luces brillantes iluminan cada rincón del lugar, los niños y niñas saben que han creado algo especial juntos. Han convertido su amor por la Navidad en un regalo para recordar: la alegría de dar y compartir con aquellos que más lo necesitan.

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